sábado, 28 de marzo de 2020

Hôzuki, la librería de Mitsuko. Aki Shimazaki

HÔZUKI, LA LIBRERÍA DE MITSUKO
AKI SHIMAZAKI
TRADUCCIÓN: ÍÑIGO JÁUREGUI
NÓRDICA LIBROS
128 PÁGINAS


SINOPSIS

Mitsuko tiene una librería de lance especializada en obras filosóficas. Allí pasa los días serenamente con su madre y Târo, su hijo sordomudo. Cada viernes por la noche, sin embargo, se convierte en camarera en un bar de alterne de alta gama. Este trabajo le permite asegurarse su independencia económica, y aprecia sus charlas con los intelectuales que frecuentan el establecimiento.
Un día, una mujer distinguida entra en la tienda acompañada por su hija pequeña. Los niños se sienten inmediatamente atraídos entre ellos. Ante la insistencia de la señora y por complacer a Târo, a pesar que normalmente evita hacer amistades, Mitsuko aceptará volver a verlos. Este encuentro podría poner en peligro el equilibrio de la familia.
Aki Shimazaki sondea aquí la naturaleza del amor maternal. Con gran sutileza, cuestiona la fibra y la fuerza de los lazos.


Estos días en casa vienen genial para leer esos libros que tanto tiempo llevan esperando su turno. Y hoy vengo a invitaros a viajar a Japón con esta breve novela de Aki Shimazaki. Un viaje donde no faltan la gastronomía, el idioma ni la vestimenta. No necesitáis mucho equipaje, tan solo una butaca, el libro y una horita para dejar volar la imaginación y olvidar por un rato todo lo que nos envuelve estas semanas. La verdad que no sé porque no leo más literatura japonesa, lo poco que he leído siempre me ha fascinado.

Mitsuko es una joven apasionada de los libros que regenta una librería de segunda mano. No vende libros para niños, su especialidad son los de temática filosófica. Vive con su niño Târo, que es mestizo y sordomudo, y con su madre justo en el piso superior de la tienda. No es de extrañar que sus días transcurran entre las dos plantas familiares, y que el niño esté acostumbrado a vivir entre libros.

Su rutina solo varia dependiendo de los clientes que acuden a la librería, del lunes como día libre, y de la tarde del domingo cuando su madre se queda atendiendo a clientes mientras ella dedica el tiempo a su niño. Pero los viernes por la noche, deja el crio al cuidado de su madre y viaja por trabajo, lo que significa que va a un hotel donde se maquilla y transforma para hacer horas en un bar de alterne. No por placer, es una necesidad para seguir pagando los gastos propios y no depender de nadie. Todo ello la lleva a recordar el montón de amantes que pasaron por su vida, haciendo hincapié en uno que bautizó a su gato y le puso Sócrates, al cual abandonó porque ella no quería tener hijos. ¿Qué pensaría ahora al saber que tiene uno?

Más o menos acomodada a los quehaceres diarios recibe la visita de una mujer elegante que compra un montón de libros caros para su marido. No acude sola, va con su niña que muy pronto se sienta en una mesa junto a Târo y en silencio dibujan los dos. Esa mujer parece interesada en hacerse amigas y le propone en varias ocasiones quedar para que los niños puedan jugar, se nota el feeling que tienen los dos y lo mucho que se necesitan uno a otro sin apenas conocerse.

Mitsuko poco a poco se desnuda frente al lector, se quita ese vestido del pasado que tanto pesa en su cuerpo y sobre todo en su conciencia. Y eso que no esperaba tener que hurgar en temas dolorosos que ni siquiera en su casa conocen. La culpa y los remordimientos abocan a una verdad inesperada. Lo que hace que esta novelita tenga una gran carga emocional y que al cerrar el libro pueda escaparse alguna lagrimita.

La autora juega con los diferentes significados de la palabra Hôzuki, por una parte la flor del cardo y por otra la palabra oración. La protagonista no es creyente, pero su madre sí, y encontramos pequeñas reflexiones filosóficas y religiosas que dan sentido a la historia, son muy breves. También encontramos palabras en japonés que otorgan una mayor profundidad y ambientación  a la obra. Y al final del libro hay un glosario, en mi opinión creo que es mejor ponerlo al inicio.

Hôzuki, la librería de Mitsuko, es una maravillosa y tierna novela sobre la búsqueda de la identidad y sobre la maternidad. La mayor parte de la  trama transcurre dentro de la librería, aunque es más una historia de remordimientos y secretos que metaliteraría. Y también encontramos la enseñanza de los niños que no entienden de razas, enfermedades ni idiomas. Ellos son inocentes e inteligentes y saben adaptarse a cualquier situación siempre que no les marquen un camino diferente.

Una novela escrita con mucha sensibilidad que cautiva desde la primera página y nos envuelve de cultura japonesa. Leedla, pasareis un rato muy agradable.



13 comentarios:

  1. Últimamente he visto este libro en varios sitios y cada vez me llama más la atención, a ver si lo consigo cuando pase todo esto. Muchos besos.

    ResponderEliminar
  2. Ni siquiera me sonaba. Tomo nota de tu recomendación, que me gusta mucho lo que cuentas.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  3. Me encantan estos libritos cortos y emotivos que cuentan pequeñas historias muy grandes. Me lo apunto, pero ya tendrá que ser para después del confinamiento.

    Petonets.

    ResponderEliminar
  4. Hola!
    Aiss lo leí hace un tiempo y me cautivó, es diferente a otros libros de autores asiáticos que he leído, me pareció que tenía una pluma más sencilla y fácil de entender jeje
    Gracias por la reseña <3

    ResponderEliminar
  5. La tengo en pendientes hace tiempo y gracias a tu reseña, creo que será lo próximo que lea cuando termine uno de los que me ocupan por ahora.
    Gracias por recordármelo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Lo tengo apuntado, pinta ser precioso =)

    Besotes

    ResponderEliminar
  7. A pesar de tu recomendación no me atrae esta lectura.
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Se nota que te ha encantado pero creo que este libro no es para mi. Por ahora lo voy a dejar pasar.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  9. Vayas libros te estas marcando últimamente.

    ResponderEliminar
  10. Creo que tiene que ser una historia muy bella. Con esa transmisión de sensibilidad, las reflexiones, la naturalidad con la que se comportan los niños.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Pues la literatura oriental es una eterna pendiente en mis estanterías. Leí algunos clásicos japoneses gracias a Chidori Books, y me parecieron bellísimos, pero me apetece mucho acercarme a esta novela contemporánea que nos traes tú. Además, lo de la librería siempre es un gancho para nosotas, ¿verdad? Besotes, ojalá verte con más frecuencia por aquí ;-)

    ResponderEliminar
  12. No tengo muy buena relación con la literatura japonesa, porque las pocas novelas que leí de autores de este país no me terminaron de convencer. Sin embargo, esta que reseñas me atrae, tanto por lo que nos cuentas del personaje como por la presencia de la librería en ka trama. Tomo nota de ella. Besos.,

    ResponderEliminar
  13. Yo soy bastante reacia a la literatura japonesa, me pasa justo lo contrario que a mucha gente, que me resulta un tanto insulsa a veces. No obstante, este libro ya lo he visto por ahí recomendado y su historia me llama mucho. Como es cortito, lo mismo me animo.
    Besos

    ResponderEliminar

La palabra es el arma de los humanos para aproximarse unos a otros (Ana María Matute).