La tierra de las mujeres. Sandra Barneda

 

LA TIERRA DE LAS MUJERES

SANDRA BARNEDA

547 PÁGINAS

SUMA DE LETRAS

 

 

SINOPSIS

 

¿Todo en la tierra está escrito? ¿Podemos cambiar nuestro destino corrompiendo nuestro pasado? ¿Qué harías si descubres que tu vida es una mentira?

 

Gala Marlborough viaja con sus dos hijas, Kate y Adele, a un pequeño pueblo del Ampurdán con la única intención de cobrar la herencia de un familiar desconocido y retomar cuanto antes su vida en Nueva York. Ignora que esa decisión activará una perfecta, sutil y acompasada maquinaria dispuesta a desempolvar mentiras enterradas y secretos familiares y a sanar almas entregadas a la amargura del dolor.

 

La tierra no es apta para todos los cultivos igual que un libro no es apto para todos los lectores. Lo bueno y jugoso es la recolección de una variedad de frutos y opiniones, y en esta lectura conjunta resulta de lo más gratificante.

 

Casi en el último minuto publico mi reseña de la lectura conjunta de "La tierra de las mujeres", la segunda novela de la periodista Sandra Barneda. A veces las horas y las obligaciones aprietan de tal manera que es imposible planificarse y encontrar un momento para dedicar a los placeres. Adelanto que me ha sorprendido la novela y con ella he viajado por una montaña rusa de recuerdos y emociones, un paso atrás para ver reflejada mi infancia en el pueblo.

 

Gala Marlborough vive en Nueva York junto a su familia. Un día recibe una llamada avisándola que una tía abuela le ha dejado una herencia. Para aceptarla deberá viajar a La Muga, un pequeño pueblo del Ampurdán, y conocer detalles de quién fue Amelia Xatart de la que desconocía su existencia. Sorprendida e intrigada avisa al marido de su decisión de viajar junto a las niñas y hacerse cargo de la herencia.

 

En el pequeño pueblo La Muga, Gala, se encuentra con una gran casa medio en ruinas, la vivienda de su tía abuela, junto a una empresa de restauración de muebles de la que es copropietaria junto a Amat. Para recibir la herencia debe encontrar el autor de un cuadro. Demasiados cambios para Gala, una mujer de ciudad que llega al mundo rural con la misión de descubrir la autoría del cuadro, desprenderse de su parte del negocio y vender la casa para regresar a Nueva York y montar un negocio.

 

 

La Muga es una tierra de mujeres, ellas son las protagonistas y las pertenecientes a un círculo privado. Una tierra de contrastes, un ambiente para disfrutar del medio rural y empaparse de la tranquilidad tan desconocida en la ciudad. Todo ello acompañado de unos habitantes rudos, cerrados y bastante ariscos. La ambientación y el carácter de los vecinos del pueblo está muy logrado, Sandra consigue acercarnos a ese rincón alejado del mundo en donde los residentes forman una pequeña familia. Cada uno con su mote, sus dotes, su tierra y con sus rencillas familiares.

 

La estancia rural será distinta para madre e hijas. Gala se centra en descubrir sus raíces y encontrarse a sí misma. Vive acomodada bajo el ala de su marido, un cirujano repugnante, que no le deja trabajar y sentirse realizada. En la casa de Amelia Xatart encuentra un diario a su nombre, con él viaja al pasado para descubrir los secretos familiares desde las raíces. Kate, la hija mayor, en plena adolescencia es una niña repelente que solo desea regresar a la ciudad, nada la liga a esa tierra y se pasa los días en busca de cobertura para mandar whatsapps. En cambio, Adele, la pequeña es un amor, simpática, aventurera y dispuesta a hacer amigos. Desde el primer minuto se olvida de la ciudad y se enamora del campo y su gente.

 

La tierra de las mujeres es una novela de búsqueda de identidad, de reflexión, de dejarse llevar por los deseos y no por la comodidad. Un contraste ciudad-pueblo con una crítica a la sociedad moderna ligada a las nuevas tecnologías, y a la sociedad campestre con su visión del amor y la homosexualidad . Desde el inicio sentí ese pueblo muy familiar, pertenezco a uno de 700 habitantes y en muchos momentos era inevitable recordar vivencias de la infancia. Ahora vivo en la ciudad pero regreso a él muchas veces, parte de la familia y amigos siguen allí. Un lugar de desconexión, tranquilo y lleno de calor. Es pasear por sus calles y todo el mundo se conoce y se saluda, nada de extraños e invisibles como en la ciudad.

 

 

Me ha encantado la prosa de Sandra Barneda, una escritura pausada y sencilla, sin sobresaltos, combinada con sentimientos y emociones en el diario que Amelia escribe para Gala. Una novela con mucho diálogo y con frases en inglés y catalán, reconozco que estas pueden ralentizar la lectura, no fue mi caso al entenderlas y no detenerme a leer el pie de página, le dan a la historia un toque de ambas culturas para entender mejor a los personajes. Es una lectura lenta centrada en la ambientación, dotándola de muchas descripciones que consiguen acercarnos y sentir la tranquilidad y la respiración de la naturaleza. La intención de la autora es que al leer la historia olvidemos las prisas, las obligaciones y nos dejemos llevar por la placidez  que disfruta la gente que trabaja y vive en el campo.

 

La única pega es que Sandra no consigue cerrar a la perfección los dos grandes misterios que nos intrigan durante la lectura. El autor del cuadro perteneciente a Amelia y la importancia del círculo de mujeres, mucha intriga para poco resultado y poca profundización.

 

En general he disfrutado de la lectura, no será de las mejores del año, pero ha conseguido entretenerme además de tocar mi fibra sensible pueblerina.

 

Agradezco a Suma de Letras el envío del ejemplar y la oportunidad para organizar la lectura conjunta.