EL OTRO YO
RAFAEL CAUNEDO
EDICIONES DESTINO
320 PÁGINAS
SINOPSIS
Cuando a Ángel Cué, prestigioso escritor de fama internacional, le diagnostican alzhéimer a los sesenta y siete años, decide renunciar a la vida pública. Antes de recluirse en su finca para siempre, le encomienda a su hijo Mateo que custodie cinco manuscritos para que, una vez él ya no pueda reconocer a nadie, vayan saliendo a la luz. Tres años más tarde, Mateo es galardonado con uno de los premios literarios más prestigiosos poco antes de que lo nombren ministro de Cultura. El éxito es inmediato, pero cuando se encuentra en el cénit de su vida personal y profesional, entrará en una espiral de engaños y falsedades que lo hará atravesar los cuatro años de legislatura que tiene por delante intentando mantener ocultas sus imposturas, mientras se va ampliando, cada vez más, la distancia entre lo que dice ser y lo que realmente es.
En plena campaña electoral elegí esta novela, de Rafa Caunedo, con un ministro de Cultura para ambientar más si cabe todo lo que mueve a la gente para llegar al poder. No es una novela política, no se asusten, simplemente es el nuevo cargo de Mateo. Un trabajo ideal para el curso de la novela y muy bien definido por el autor para dar a conocer las dobles personalidades y como afecta a uno dejar el anonimato y ser un personaje público en boca de todos.
Ángel Cué acaba de ser diagnosticado de alzhéimer a los sesenta y siete años. Es un escritor de prestigio con obras conocidas mundialmente. Con la noticia de su enfermedad decide recluirse en su casa de campo, y apartarse de la vida mediática. Quiere que la gente lo recuerde en su pleno esplendor y no que su decadencia degenerativa sea mención pública. Por ello se reúne con su hijo y le informa de que los últimos años de vida serán diferentes al no acordarse de quién es ni de quién fue. Le pide al hijo una última voluntad, al entregarle un pendrive con varias novelas. Y, su labor, no es otra que enviar una obra a su editor cada dos o tres años, incluso cuando él no sea consciente de ello.
Tres años después, Mateo Cué gana el Premio Óvalo de literatura, a la vez que su amigo Francisco Bastida le ofrece ser Ministro de Cultura. En cuestión de segundos se activa una bomba de relojería que cambiará la vida a Mateo. Su vida tranquila como profesor universitario y con una amante no son nada comparado con lo que le espera. Pasa del anonimato a no poder ir a ningún lado sin escolta, de las reuniones con estudiantes a entrevistas y eventos diarios y a tener un secretario que le organice el día, casi le marcan las pautas para poder respirar.
Cuatro años de legislatura se pueden convertir en una eternidad, sobretodo cuando uno intenta vivir en base a mentiras. Cada vez que intenta abrir una puerta cierra otra y da más fuerza a ese laberinto sin salida. Su vida se convierte en un juego de la oca donde no consigue lograr la meta, retrocede más casillas de las que avanza .
La exposición pública de Mateo le lleva a ser el centro de atención y que miren con lupa todo lo que hace. La obtención del premio literario enciende algunas dudas, sobretodo en los fieles lectores de Ángel Cué, y despierta la curiosidad de saber dónde se esconde el escritor y qué opina sobre la novela de su hijo. Mateo es un impostor que quiere sus minutos de gloria con algo que no ha escrito. Lo consigue, aunque nunca esperó pagar un precio tan alto y descubrir que su padre también tuvo otra vida.
Nuestra memoria también tiene otro yo, ese que guarda vivencias y lecturas que pasan al olvido. No necesariamente malos recuerdos, como puede ser leer algún libro y ni recordarlo. Esto me ha pasado con Rafael Caunedo, del que creía leerlo por primera vez y no es así. Mirando su biografía se encendió la luz que leí "Se acabó", y que la novela andará por algún rincón de casa, pero olvidé la trama.
El otro yo es una novela con la que he disfrutado mucho. Tiene los giros necesarios para que su lectura sea ligera mientras profundiza en la psicología de su protagonista. Somos complices de la dualidad de sus actos. Tiene una doble cara y una doble vida que pasa desapercibida para otros, a la par que le da fuerza para llegar a la fama. Todos sabemos que las mentiras tienen las patas muy cortas, por tanto es cuestión de tiempo que exploten al caer en manos de periodistas sanguinarios.