viernes, 13 de septiembre de 2019

Cuando acabe el invierno. Mary Ann Clark

CUANDO ACABE EL INVIERNO
MARY ANN CLARK BREMER
TRADUCCIÓN: HUGO BACHELLI
EDITORIAL PERIFÉRICA
 80 PÁGINAS


Cuando abramos estas páginas habremos llegado a un punto de la vida de su protagonista en que todo es pérdida: la muerte de su familia durante la Segunda Guerra Mundial, la muerte de su joven marido en la guerra por la creación del estado de Israel.
Sólo una promesa hecha a sí misma, cifrada en la palabra «reconstrucción», podrá ayudarla a renacer. Con la ayuda de sus libros más queridos (entre los que se encuentran en primer lugar los de Virginia Woolf, con la que «dialoga» casi a diario) y con la presencia nueva de hombres y mujeres con los que ha de aprender a vivir de manera distinta.
Es ésta una novela en primera persona sobre la condición de la mujer a mediados del siglo XX, sobre sus luchas, sobre la superación de tantos tópicos como obstáculos. Una novela que combina verdad y literatura de un modo único, atendiendo a la importancia de los pequeños detalles (unos guantes, un plato de aceitunas, unas muñecas rusas) con una mirada tan aguda como intensa.

Cada detalle en una novela, desde la portada, el título, la sinopsis, una palabra o una recomendación, es importante a la hora de captar nuestra atención. En este caso lo que llamó mi atención, sin menospreciar el título, fue ver que en la sinopsis menciona a mi admirada Virginia Woolf. Enseguida quise conocer parte de las vivencias noveladas de Mary Ann Clark, sin importar el comenzar por el segundo tomo. La primera parte es "Una biblioteca de verano" y confío leerla en los próximos días, porque cada volumen es el acompañante ideal para leer tomando una cerveza bien fría. Son lecturas breves en extensión y contundentes en emociones, que la autora expresa con una prosa muy poética, para dar sentido a su existencia y hacernos marcar frases en cada página. 

Este breve libro comienza cuando la autora tiene que afrontar una nueva vida lejos de lujos y con el corazón triste tras el fallecimiento de su marido en la guerra de Israel. Maldice el día que él quiso unirse al frente y del que nunca regresó. La soledad y el duelo los afronta con la lectura, especialmente con los libros de Virginia Woolf, que son un bálsamo para sus momentos de tristeza.

Mary Ann desea que acabe el invierno, para salir de su oscuridad, y lo hace haciendo gala de su fuerza y de grandes dotes feministas. No permite  que jueguen con ella, ni que la juzguen por ser mujer, sino que deja constancia de su valentía para seguir adelante y olvidarse de viajar de un lugar a otro sin encontrar su sitio.

Más que una novela, Mary Ann Clark, escribe un cuaderno donde junto a frases de Woolf relata sucesos y temores, sin importar los saltos temporales, solamente guiados por ese magnetismo tan especial que es la literatura. El mejor antídoto para sanar sin analgésicos, tan solo analizando el poder de las palabras en la mente para que el cuerpo reaccione a los estímulos captados.

Con la finalización del invierno acaba su sufrimiento y con la luz solar el estado anímico mejora y ella emprende un nuevo vuelo, el definitivo, el de su amor. Durante el invierno se va despojando de las hojas para comenzar una nueva etapa fresca y libre, donde el viento mande lejos la carga innecesaria y arroparse solamente con los buenos recuerdos y darse a conocer a sí misma sin falsedades.

Cuando acabe el invierno es un cuaderno literario, viajero y emocional que recorre la etapa del descubrimiento de una mujer, y en mi caso de una escritora a tener en cuenta. Cada vez me siento más cómoda con este tipo de autoficción novelada, que además de un juego, es una manera de narrar situaciones familiares y compartir sentimientos entre amigos. Porque el lector es un amigo que escucha confidencias y disfruta de seguir al lado de esas páginas.

Una pequeña obra bella y llena de luz que es un canto de vida y amor a los libros, la amistad de la gran literatura. ¿Qué hay más bonito que encontrar en los libros la puerta de salida de las tinieblas?



jueves, 1 de agosto de 2019

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes. Tatiana Tîbuleac

EL AÑO EN QUE MI MADRE TUVO LOS OJOS VERDES
TATIANA TÎBULEAC
TRADUCCIÓN: MARIAN OCHOA DE ERIBE
IMPEDIMENTA
256 PÁGINAS


SINOPSIS
 
Alesky aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Alesky no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.


El verano, la estación de las ansiadas vacaciones, de los recuerdos de infancia y del primer amor, parece ser la época que amansa a las fieras. Y es que la relación madre e hijo, que en un principio, es el amor más verdadero, el idílico, a veces se convierte en odio y distancia. Aunque Tîbuleac  sabe como domar a los protagonistas en esta novela tan intensa.
 
La historia comienza con unas primeras páginas durísimas, con la actitud salvaje por parte de Aleksy, que más que un hijo parece un animal. Odia a su madre, la insulta y la maltrata, al ser un joven con problemas psicológicos al que la medicación exalta más. La pérdida de su hermana hizo que la relación con su madre fuese nula, ella marcada por el duelo dejó de lado a su hijo y este tuvo que aprender a sobrevivir en solitario. Porque su padre, alcohólico, los abandonó y les dejó sin nada,mientras el emprendía una nueva vida.
 
"Aquella mañana en que la odiaba más que nunca, mi madre cumplió treinta y nueve años. Era bajita y gorda, tonta y fea. Era la madre más inútil que haya existido jamás. Yo la miraba desde la ventana mientras ella esperaba junto a la puerta de la escuela como una pordiosera. La habría matado con medio pensamiento. Junto a mí, silenciosos y asustados, desfilaban los padres. Un triste hatajo de perlas falsas y corbatas baratas, venido a recoger a sus hijos defectuosos, escondidos de los ojos de la gente. Al menos ellos se habían tomado la molestia de subir. A mi madre yo le importaba un pimiento, al igual que el hecho de que hubiera conseguido terminar unos estudios."
 
En los últimos tiempos aparecen voces narrativas jóvenes que llegan pisando fuerte, a pesar de narrar historias crueles lo hacen con un toque natural que atrapa al lector. En esta novela, el punto fuerte es la narración en primera persona, donde el hijo relata en forma de diario su último verano junto a su madre, a modo de terapia para recuperar la inspiración para seguir pintando obras de arte. Esta primera persona nos es lejana y aberrante, aunque página a página la conocemos mejor y nos regala momentos entrañables.
 
Ese famoso verano en que su madre se encuentra en una fase terminal del cáncer, no quiere tratarse y prefiere disfrutar de los últimos días al máximo los dos juntos, dónde por primera y última vez crearan un vínculo inexistente. Los dos descubren al otro y cada uno a su manera navegan en el mar de esos ojos verdes. Unos ojos que nunca brillaron tanto como ese verano y que Alesky, el protagonista, nunca olvidará.

Tîbuleac crea una novela con dos temas muy potentes y conflictivos. Por un lado las relaciones materno filiales y por otra el tema de la muerte. Aunque sabemos que tarde o temprano nuestra flor se marchita y que con los años le caen los pétalos, nunca lo aceptamos y menos cuando un ser querido decide no aceptar un tratamiento y evita  permanecer en esta árida tierra. Porque la autora nos envuelve en un campo de sequía emocional y amoroso, lo que fomenta la aparición de malas hierbas en lugar de hermosas flores.
 
"Mi madre se detuvo de repente y con ella me detuve también yo, y todo lo que estaba predestinado a sucedernos aquel día. Luego me cogió de la mano y me arrastró entre las flores grandes y tristes, que nos miraban con sus cabezas dentadas. Ya no era un hijo, tampoco ella una madre. Éramos un mortal asustado y una hechichera  que arrastraba su presa a otro mundo. Dimos el último paso y el tiempo se cerró tras nosotros como una cremallera invisible".
 
El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes es una novela muy recomendable, una historia dolorosa y tierna que eriza la piel. Un ejercicio de mirar a los ojos de las personas, porque esos ojos muchas veces hablan cuando las palabras enmudecen. Una obra con un título muy bonito que abre el camino que todo corazón necesita para descansar en paz, algo tan difícil como perdonar y pedir perdón.


miércoles, 3 de julio de 2019

Tres mil noches con Marga. Pedro Ramos

TRES MIL NOCHES CON MARGA
PEDRO RAMOS
EDITORIAL DESTINO
304 PÁGINAS


SINOPSIS

Marga es una joven bióloga gallega, brillante en su profesión, que hace seis años que trabaja como investigadora en Alaska. Desde entonces nunca ha vuelto a Galicia para visitar a su familia,  y el vínculo con sus orígenes se reduce a las pocas llamadas telefónicas con su madre.
Pero en su última conversación recibirá la noticia de la enfermedad de su padre y, a pesar del miedo a enfrentarse a los fantasmas de su pasado, decidirá regresar de inmediato. El rencuentro familiar abrirá inevitablemente heridas mal curadas, y Marga se debatirá entre contar aquello que la hizo alejarse de todos sin dar más explicaciones o mantenerlo en secreto, y seguir viviendo en un extraño equilibrio entre el sentimiento de culpa y la responsabilidad de amparar a los suyos.
Una novela cautivadora que nos sumergirá en la vida de Marga, sus veranos de juventud y el primer amor, y reconstruirá con la complicidad del lector los años en que una familia tuvo que bregar con el cambio de mentalidad de un país que pasó de la transición a la democracia.

Hay títulos tan sugerentes que no se pueden dejar escapar. No todos los días el nombre de una aparece en el título de una novela y si lo acompañamos de una portada preciosa y sensible es imposible no querer conocer a mi tocaya. Porque Marga nos sirve en bandeja la llave de su corazón donde guarda herméticamente sus secretos. Ella está dispuesta a confesar, no necesita un hombro en el que llorar, solamente alguien dispuesto a escucharla y a viajar a los veranos de adolescencia recordando la historia de España.

Tres mil noches con Marga es la historia de tres Margas en una. Margarita, la adolescente, Marga, la joven, y M. la mujer adulta . Tres etapas vitales que con los años cambian a las personas y las convierten como el vino, en un gran reserva o en un producto avinagrado, dependiendo de los cuidados y el almacenamiento.

Marga, es una bióloga gallega, que vive en Alaska y trabaja como profesora en una universidad. Lleva años alejada de su familia y solo habla con su madre muy de vez en cuando. En la última llamada recibida, su madre le informa que su padre está muy enfermo, un cáncer se lo lleva, y la invita a pasar las últimas Navidades juntos. Marga guarda mucho rencor al pasado, pero ante la enfermedad de su padre cree oportuno viajar y estar a su lado unos días, y tal vez encuentre la ocasión para confesar los motivos de su huida.

La novela remueve mucho y no necesita una historia enredada para enganchar a los lectores. La trama es simple, con saltos del presente al pasado, y con un secreto importante que descubrí a mitad de la novela. No es una novela de misterio dónde buscamos al asesino, pero se insiste demasiado en la clave de la marcha  de Marga, y es algo que se deduce demasiado pronto. Ello no quita emotividad a la novela, el secreto tiene su peso aunque no sorprende. Lo que sí sorprende es el final, algo inesperado y un gran cierre para la historia.

El autor narra los hechos con mucha naturalidad, regalándonos una protagonista muy real y cercana, rescatando del olvido acontecimientos vividos por todos. Momentos inolvidables que dejaron a un país mudo atento a las noticias. Gracias al relato de Marga regresamos al pasado y recordamos momentos apagados en nuestra memoria que brotan otra vez, dejando imágenes alegres y tristes. Evocaciones de los veranos infantiles y juveniles, el primer amor, los estudios, la emancipación, etc. que son las piezas del puzzle en que nos convertimos con el paso de los años y las experiencias.

El gran acierto de esta novela son los protagonistas tan familiares y las menciones históricas que acompañan cada una de las tres etapas de la vida de Marga. En los capítulos con el título "Heroína" conocemos a una joven de quince años que, en el 1986, veranea junto a su familia y los primos en casa de la abuela. Época de verbenas y fiestas en la que no faltan los primeros amores y el coqueteo con las drogas, como bien indica el encabezamiento. La segunda etapa, "Matrimonio", nos traslada al año 1997 donde Marga es una mujer recién doctorada y regresa al pueblo para asistir a la boda de su hermano Carlos. Y por último, en "Navidad" del 2006, el presente de la historia es el momento de atar todos los cabos sueltos, dar voz a los silencios y saldar deudas.

Pedro Ramos crea una novela intimista que ofrece unos personajes que marcan por las similitudes con muchas familias de esa época. Treinta años atrás encontramos mucho patriarcado y mujeres sumisas incapaces de levantar la cabeza y decir bien alto que no son un florero. Por eso M. con sus ganas de libertad y rebeldía crea una relación distante con su padre, quién se cree el todopoderoso al que las mujeres deben obedecer. Podemos estar de acuerdo o no con Marga, pero sí entendemos muchos de sus actos.

Tres mil noches con Marga es una lección de como los secretos pueden enquistarse o ser una enseñanza de vida, a riesgo de ir contracorriente y ser la nota discordante que se aleja de la familia. Una historia familiar que sensibiliza sobre la importancia de las decisiones que uno toma en la vida.





 






lunes, 22 de abril de 2019

Bartleby, el escribiente. Herman Melville

BARTLEBY, L'ESCRIVENT
HERMAN MELVILLE
TRADUCCIÓN: MIQUEL DESCLOT
ILUSTRACIÓN: JAVIER ZABALA
NÓRDICA LIBROS
78 PÁGINAS


SINOPSIS

Bartleby, el escribiente es una de las narraciones más originales y conmovedoras de la historia de la literatura. Melville escribió este relato a mediados del siglo XIX, pero por él no parece haber pasado el tiempo. Nos cuenta la historia de un peculiar copista que trabaja en una oficina de Wall Street. Un día, de repente, deja de escribir amparándose en su famosa fórmula: "preferiría no hacerlo".
Nadie sabe de dónde viene este escribiente, prefiere no decirlo, y su futuro es incierto pues prefiere no hacer nada que altere su situación. El abogado, que es el narrador, no sabe cómo actuar ante esta rebeldía, pero al mismo tiempo se siente atraído por tan misteriosa actitud. Su compasión hacia el escribiente , un empleado que no cumple ninguna de sus órdenes, hace de este personaje un ser tan extraño como el propio Bartleby.

Escribiente, una profesión perdida con el paso del tiempo, es la función de nuestro peculiar protagonista Bartleby. Copiar escritos para el abogado, narrador de la historia, y cotejarlos con el resto de empleados del despacho.

El abogado, de nombre desconocido, con oficina en Wall Street tiene a su cargo a tres empleados, justo antes de contratar a Bartleby. Dos copistas, Dindi y Grapes, y Gingebre como chico de los recados. Bartleby se presenta en la oficina para atender la demanda de un anuncio solicitando un escribiente. Lo contratan de inmediato y todo parece indicar que es un empleado ejemplar, trabaja en silencio y sin parar. Hasta que un día, ante la solicitud de su jefe de leer en voz alta un escrito, le responde: "Preferiría no hacerlo". Y así a cada cosa requerida por el abogado, que sorprendido con la actitud de  Bartleby no sabe como actuar. Solamente copia, desde el rincón junto a la ventana, no quiere realizar nada más.

Mucha paciencia tiene el legista, hasta el día en que Bartleby se niega incluso a copiar, que se arma de valor y lo despide, pero ni por esas consigue que abandone la oficina. Ante la tozudez del escribiente, el narrador decide alquilar otra oficina y emprender un nuevo rumbo sin ese personaje tan extraño. Algo que no resulta tan sencillo, al quejarse los nuevos inquilinos que hay un espectro que no reacciona a ningún estímulo.

Bartleby, tiene tantas posibilidades de interpretación como lectores. Nos encontramos con un escribiente que no sabemos muy bien a qué debe su lado salvaje, si a la soledad, una enfermedad tipo esquizofrenia o tal vez a su vida de vagabundo en la que nunca tuvo que obedecer órdenes. Lo qué sí sabemos es que siempre recordaremos al callado y rebelde flacucho con mucha ternura y tristeza.

Y no menos importante es el narrador, abogado de profesión, que sorprende con su actitud sobre el escribiente. Hoy en día, cuando un trabajador no obedece las órdenes del superior, más pronto que tarde lo echan de patitas a la calle y sin ningún remordimiento. Aunque en este caso el abogado parece hacer honor al sinónimo de su profesión y como moderador intenta dar a Bartleby lo que pueda necesitar para vivir.

Leí el relato en catalán, aunque Nórdica lo publicó también en castellano. Una cuidada edición en tapa dura, grande, similar al formato de los cuentos y perfectamente ilustrada, mayoritariamente en blanco y negro, por Javier Zabala. Bartleby es un protagonista solitario y gris, por eso hay que retratarlo con una gama de colores oscuros.

Herman Melville publicó a finales de 1853 , bajo pseudónimo, este relato en  dos partes en una revista, y no fue hasta dos años más tarde que formaría parte de un libro. Un escrito que con los años es más valorado, y que no pierde valor, tan solo el oficio de escribiente pasó a mejor vida con las fotocopiadoras. El autor, en plan cómico, quiere dar a conocer las pésimas condiciones de trabajo, los conflictos entre amo y trabajador, y la valentía de algunos de ir contracorriente.

Bartleby, el escribiente es una historia misteriosa sobre un escribiente inolvidable. Su famosa frase: "Preferiría no hacerlo"  es un gran eslogan que marca la libertad, aunque a veces solo sea un escudo que esconde nuestra cobardía. Un relato perturbador que inquieta por el enfrentamiento de clases.

lunes, 15 de abril de 2019

El testamento de María. Colm Tóibín


EL TESTAMENTO DE MARÍA
COLM TÓIBÍN
TRADUCCIÓN: ENRIQUE JUNCOSA
LUMEN EDITORIAL
128 PÁGINAS


SINOPSIS
En este relato sobrecogedor Colm Tóibín da voz a María, una mujer desgarrada que, tras la violenta muerte de Jesús, rememora los extraños y convulsos acontecimientos que le han tocado en suerte. Aquí quien habla no es virgen ni diosa, sino una madre judía, ciudadana de un extremo del imperio romano donde aún alientan ritos helénicos, convencida de que su hijo se ha dejado corromper por nefastas influencias políticas.
Sola y exiliada, nostálgica de su marido y de una época de calma y seguridad que de pronto quedó destruida por la implicación de Jesús  en disturbios, aparentes sanaciones milagrosas y confabulaciones que acabaron con la crucifixión del hombre que había llevado en sus entrañas, María recuerda y habla.
Con extraordinario virtuosismo y admirable capacidad dramática, Com Tóibín compone a lo largo de estas páginas un verdadero stábat mater contemporáneo, lleno de luz y color, un lamento que nace de la tradición y llega hasta nuestros días. 

A los lectores nos apasiona cualquier cosa relacionada con los libros. A través de entrevistas o presentaciones conocemos más a fondo a los autores y el proceso de escritura, aunque el mundo editorial, muchas veces, queda como algo más distante y para muchos inalcanzable. Por eso cuando, hace unos años, la Llibreria Drac Màgic organizó una charla con la editora de Lumen (el año pasado dejó el cargo) ni lo dudé. Escuchar a Silvia Querini fue un lujo y es que esta mujer desprende pasión a cada palabra. Cuando alguien disfruta de su trabajo escuchar sus vivencias es impagable y las dos horas de encuentro vuelan sin darnos cuenta. Silvia habló de los bestsellers de la editorial como son "Tan poca vida" y La Fiebre Ferrante, un fenómeno que llegó tras varios libros en el mercado. Otro libro que destacó es "Los días iguales de cuando fuimos malas" de Inma López, lo leí unos meses antes de la charla y fue todo un descubrimiento. Pero no todo es un camino de rosas y las publicaciones se dividen en dos bandos claramente diferenciados: los superventas y los que pasan desapercibidos. No hay medias tintas y sí un gran trabajo para intentar tirar del carro a obras y autores con dotes merecedoras de subir un escalón. No todo iba a ser hablar de los libros que todos conocemos, aunque sea de oídas, y por ello nos recomendó "El testamento de María" de Colm Tóibin. Un libro que llamó mi curiosidad por sus palabras, porque es un libro que pasa desapercibido y es una historia con mucho potencial.

Si alguien no conoce la novela es difícil que llamé la atención. La portada con una virgen y cómo título "El testamento de María" parece ser obra para fieles religiosos. Y no es así. Es un monólogo donde conocemos a María, esa mujer que casi no tiene protagonismo en el Evangelio, y descubrimos su lado más humano. Los sentimientos de una madre frente al dolor de perder un hijo y todo ello sin entrar en temas espirituales. Es verdad que todo se basa en los milagros de Jesús y su posterior muerte, pero visto a través de los ojos y el corazón de una madre.

El testamento de María es un libro que puede leerse en cualquier momento, pero podemos decir que por la historia tratada es ideal para estas fechas. Nos encontramos en plena Semana Santa y este libro viene a representar, groso modo, La Pasión. Doy por hecho que todos conocéis los acontecimientos, y sino estos  semana en la televisión encontrareis varias películas sobre el tema, especialmente a Mel Gibson en La Pasión de Cristo. Una película que desde su publicación, en 2004, no falla en estos días.


"Recuerdo demasiado; soy como el aire de un día calmo que se mantiene inmóvil y no deja que nada escape. Del mismo modo que el mundo contiene la respiración, yo retengo mis recuerdos."

Hay sucesos que marcan para toda la vida, entre ellos la pérdida de un hijo, por eso en este monólogo encontramos mucha ternura y dolor. María, ya en la vejez, rememora los años junto a Jesús. Cómo lo perdió antes de que lo mataran, y es que ella nunca entendió esos milagros que decía realizar, ni el porque de tanto misterio, ni la cantidad de seguidores. Ella ve como otros son más importantes, algo que sin duda podemos comprobar hoy en día. Mucha gente pierde la cabeza por un ídolo, mientras que otros la pierden por ser influencers y con ello se deja de lado a los seres queridos.

 
"Los pensamientos que acudían a mí llegaban sin ser invitados y tenían que ver con el tiempo: el tiempo que transforma a un bebé indefenso en un niño, con los miedos, las inseguridades y los pequeños actos crueles  de un niño, y después crea a un joven, un ser dueño de sus palabras, pensamientos y sentimientos secretos."


 
Es maravilloso como Colm Tóibín se mete en el personaje de una mujer y consigue humanizarla a golpe de poesía y dramatismo. Las vivencias de María son muy duras y ella es un personaje que vive sumido en la tristeza por la pérdida de Jesús. Siempre lo llama hijo, porque es el mayor fruto que creó su cuerpo. Es una historia novelada, que desmitifica los personajes bíblicos, para centrarse en el binomio madre e hijo. Proceso nada fácil cuando se trata de un personaje universal. Una visión diferente de la que tenemos de María de Natzaret con sus miedos, secretos y remordimientos. El tormento de una madre que tiene que aprender a vivir sin su hijo.

"Tal vez eso sea propio, la ignorancia; no echan de menos el mundo ni saben qué acontece en él".

Desde el inicio de la humanidad vemos como la mujer es relegada a un segundo plano, ninguneada o invisible. Por eso, Colm Toibin, recupera un personaje importante y le otorga el protagonismo que merece al enseñarnos su cara más humana.

lunes, 25 de marzo de 2019

Ethan Frome. Edith Wharton

ETHAN FROME
EDITH WHARTON
TRADUCCIÓN: ÁNGELA PÉREZ
ALBA EDITORIAL
189 PÁGINAS


SINOPSIS

Un joven ingeniero retenido por su trabajo en una pequeña localidad de Massachussets observa a un hombre lisiado y envejecido que recoge en la oficina de correos una revista y un sobre con medicamentos. Es invierno y el ambiente del pueblo es claustrofóbico. El aspecto educado del hombre, la edad que no corresponde a su físico, los misteriosos silencios y prevenciones que despierta su presencia en los demás, su vida casi aislada en una destartalada granja con dos mujeres, llevan a preguntarse al ingeniero por qué sigue viviendo en un sitio de donde, como dicen los lugareños, "casi todos los listos se marchan". Pero el hombre tiene un motivo para no haberse marchado, o para haberlo intentado y nunca conseguido: una historia en la que se mezclan la fatalidad del destino y todas las sutilezas del amor prohibido.



De Edith Wharton conocía este título, pero no sabía muy bien que encontraría detrás de Ethan Frome, y a veces se agradece saber lo mínimo sobre una historia para disfrutarla el doble. Conocía la pluma de Wharton por varios relatos breves, Xingú entre ellos, y tenía para leer en breve "Las hermanas Bunner", que era la siguiente lectura en el club de novela feminista.

Un día, observando los libros que hay en casa, indecisa de lo que leer elegí esta novela corta de Edith Wharton y menuda sorpresa. Una historia que hiela, y no precisamente por su ambientación, pero a la vez encontramos la calidez de la hoguera que deshiela el corazón.

Ethan Frome es la historia del personaje con mismo nombre y de su familia. Ethan es un granjero que vive en Starkfiel, ciudad ficticia perteneciente a Massachusetts, cuya trama se ambienta a principios del siglo XX. El narrador ve por primera vez a Ethan en la oficina de correos y se queda observando a ese personaje tan peculiar. La cojera, el pelo canoso y su aspecto le presentan a un anciano, pero Ethan no lo es. Tan solo tiene cincuenta y dos años, pero la dureza del trabajo, un accidente y el estar pendiente primero de sus padres y después de su mujer le otorgan una imagen muy deteriorada.

Los inviernos en Starkfiel son muy duros y fríos. No todo el mundo aguanta meses de nieve que dificultan el viajar de un pueblo a otro y poder alimentarse y trabajar como toca. Ethan sigue trabajando en su aserradero cubierto de nieve y en las áridas tierras de su granja para poder vivir dignamente. Otros durante el invierno abandonan la zona, pero él no puede porque es lo único que tiene y porque su mujer lleva años enferma y todo el dinero conseguido lo gastan en visitas al médico y medicamentos.

A Ethan Frome la vida le arrebató la libertad, en ningún momento pudo elegir y tuvo que casarse con una prima. La señora Zenobia o señora Zeena es su esposa, una mujer a la que no ama y de la que tiene que estar pendiente todo el tiempo. Al no poder permitirse dejar el trabajo y su mujer necesitar a alguien a su lado llega Mattie Silver para ayudar al matrimonio y convivir con él. La joven asistenta provocará un cambio en Frome, ese hombretón astuto y solitario, mientras Zeena desespera con su enfermedad. Los tres protagonistas de este triángulo equilátero convierten la obra en un drama amoroso.

Nuestro querido Frome es un pobre desgraciado, un títere con los hilos cruzados que está maniatado para volar libremente. La autora consigue que cada uno de los protagonistas tenga una personalidad fuerte y a ellos une el paisaje como simbolismo de sus estados de ánimo.

Edith Wharton ofrece una peculiar visión de la época, donde los matrimonios por conveniencia marcan de por vida los sueños y la libertad, congelando la vida en manos de la obligación forzosa. Una lucha entre los deseos del corazón y las pautas estipuladas por la sociedad.

martes, 1 de enero de 2019

Mejores lecturas del 2018 y Feliz Año Nuevo

Hace unas horas dejamos atrás el 2018 para dar la bienvenida al 2019.   Después de un año con momentos tristes, alegres e inquietantes, que marcaron mi ausencia bloguera por las redes y en general, mañana empieza una nueva etapa con un nuevo trabajo. Espero que por fin llegue la calma y la ilusión como si de un regalo de Reyes tratase.
Tanta ansiedad afectó en el  ritmo lector y leí bastante menos que en años anteriores, pero por otra parte seleccioné mejor la lecturas y estoy contenta con el resultado final.
 
Estos son los 20 libros que dejan una gran huella y mejores impresiones. El orden es aleatorio, no me atrevo a elegir la mejor lectura ;)
 


1- Olvidado Rey Gudú. Ana María Matute.
2- El Conde de Montecristo. Alexandre Dumas.
3- Frankenstein. Mary W. Shelley.
4- El corazón es un cazador solitario. Carson McCullers.
5- Novela de ajedrez. Stefan Zweig.
6- Atrapando la luz. Sara Mañero.
7- Se llamaba Manuel. Víctor Fernández Correas.
8- Aquello que fuimos. Pilar Muñoz Álamo.
9- Tigres de cristal. Toni Hill.
10- Todo el bien y todo el mal. Care Santos.


11- Cárdeno adorno. Katharina Winkler.
12- Una educación . Tara Westover.
13- Todo cuanto amé. Siri Hustvedt.
14- Un mal nombre. Elena Ferrante.
15- La niña del faro. Jeanette Winterson.
16- Quédate conmigo. Ayòbámi Adébáyò.
17- Aprender a hablar con las plantas. Marta Orriols.
18- Ayer no más. Andrés Trapiello.
19- Que nadie duerma. Juan José Millás.
20- El somriure de Darwin. Anna Maria Villalonga.




Con el marcador a cero comienza un nuevo año y un nuevo ciclo.

¡Feliz año nuevo y felices lecturas!