ENTRE TONOS DE GRIS
RUTA SEPETYS
MAEVA BOLSILLO
294 PÁGINAS
SINOPSIS
Junio de 1941, Kaunas, Lituania. Lina tiene quince años y está preparando su ingreso en una escuela de arte. Tiene por delante todo lo que el verano le puede ofrecer a una chica de su edad. Pero de repente, una noche, su plácida vida y la de su familia se hace añicos cuando la policía secreta soviética irrumpe en su casa llevándosela en camisón junto con su madre y hermano. Su padre, un profesor universitario, desaparece a partir de ese día.
A través de una voz narrativa sobria y poderosa, Lina relata el largo y arduo viaje que emprenden, junto a otros deportados lituanos, hasta los campos de trabajo de Siberia. Su única vía de escape es un cuaderno de dibujo donde plasma su experiencia, con la determinación de hacer llegar a su padre mensajes para que sepa que siguen vivos. También su amor por Andrius, un chico al que apenas conoce pero a quién, como muy pronto se dará cuenta, no quiere perder, le infunde esperanzas para seguir adelante. Este es tan solo el inicio de un largo viaje que Lina y su familia tendrán que superar valiéndose de su increíble fuerza y voluntad por mantener su dignidad. ¿Pero es suficiente la esperanza para mantenerlos vivos?
Si alguien va contracorriente esta soy yo, cuando el bache lector se apodera de mí no me valen las simple novelas de evasión, entretenimiento y risas, ni siquiera en verano soy de leer novelas "ligeritas". En agosto leí muy poco, empecé tropecientos libros y no conseguía engancharme a ninguno, me gustaba lo que leía pero al día siguiente lo aparcaba y comenzaba otro. Hablando con una amiga me comentó que esta novela le había gustado mucho pero que quizás no era lo que necesitaba en ese momento, no le di muchas vueltas y al llegar a casa la saqué de la estantería y me senté dispuesta a escuchar a Lina. Definitivamente para centrarme en un libro, despejar la mente de la rutina y los problemas necesito una historia de las que estrangulan y te dejan sin aliento.
La mayoría de novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial nos acercan a las atrocidades de Hitler con los judíos, Ruta nos demuestra que no sólo existió un monstruo, hubo muchos más, entre ellos Stalin. La Unión Soviética ocupó los estados de Lituania, Estonia y Letonia en 1939, y en 1941 empezaron las primeras deportaciones de las personas consideradas antisoviéticas.
"Entre tonos de gris" es la historia de Lina, una niña de quince años, y su familia. Una familia normal a la que una noche roban la paz, la tranquilidad y la felicidad cuando se presentan en su casa unos soldados soviéticos dándoles unos pocos minutos para recoger algunas pertenencias. Kostas Vilkas, el padre de Lina, llevaba unos días fuera de casa cuando fueron a por ellos, su cargo como rector de la universidad lo convierte en sospechoso. A Lina le encanta dibujar y cuando está a punto de entrar en una academia le arrebatan la vida y su sueño. Vestida con su camisón es llevada junto a Elena, su madre, y Jonas su hermano a un vagón con destino desconocido. Un vagón con 46 personas apretujadas que viven en la oscuridad sin comida, sin poder lavarse y observando la degradación de los compañeros. Enfermedades por la falta de higiene y comida, falleciendo niños y ancianos, a los que tratan como animales y que dejan tirados por el camino sin una mínima muestra de humanidad.
Desde las primeras páginas cogemos cariño a Lina, una niña que pronto se da cuenta de la gravedad de la situación y que luchará por ser fuerte y sobrevivir. Quiere encontrar a su padre y a la vez que pregunta a todas las personas que encuentra si lo han visto, va dibujando en la tierra, en la madera y en su cuaderno todo lo que ocurre, dejando marcas para que su padre las reconozca. A Lina le roban la infancia y parte de su familia, no será de las que se arrinconan esperando que los soviéticos la humillen, ella dará la cara y luchará por el respeto y la libertad.
"Los odiaba, a los agentes del NKVD y a los soviéticos. Planté una semilla de odio en mi corazón. Me juré que crecería hasta convertirse en un árbol inmenso cuyas raíces los estrangularían a todos algún día".
Lina y Jonas se hacen amigos de Andrius, éste les regala su amistad, su esperanza y algo de comida que consigue robar. Se convierten en inseparables, es en momentos críticos cuando uno se da cuenta del valor de los grandes amigos, no importa que los conozcas de antes, los hechos hablan por si solos. Aunque es también en los momentos duros en los que especulamos sobre las reacciones sin conocer los motivos por los que el resto actúa de esa forma. Andrius consigue sacarles una sonrisa y hacer la estancia algo más ligera. Hay personajes muy entrañables, la señora Rimas que reúne a los niños y les cuenta cuentos.
"El sentido del humor es algo que no nos pueden quitar".
La historia de Lina es muy dura y desgarradora, imposible no llorar y quedarnos con un nudo. La autora consigue acercarnos a las barbaridades de la Segunda Guerra Mundial dejando que sea Lina la que nos cuente sus vivencias, una forma más cercana y sentida de vivir con ella esos meses que pasó en Siberia junto al resto de deportados. Tremendo como hay personas tan monstruosas capaces de esas gestas, nadie merece ser despechado, humillado, encerrado, maltratado y mucho menos matado. Es escalofriante lo que sufrieron esas personas inocentes e indefensas, pero es imposible acercarnos mínimamente a lo que vivieron.
"Entre tonos de gris" es una novela escrita desde lo más profundo del corazón, escrita con sangre y rabia para dar a conocer la brutalidad que se vivió en esa época, para que esos hechos no se repitan nunca más y que la historia no quede en el olvido. Muchas personas perdieron a su familia, sus casas, su identidad y los que sobrevivieron nunca más son quienes eran, se lo robaron todo. Ruta consigue combinar la dureza con la esperanza, en donde el amor y la valentía son el motor de los grandes supervivientes. Todavía estoy impactada con la historia, me duelen los puños de apretarlos por la rabia y la impotencia.
Una novela totalmente recomendable, muy dura pero bonita a la vez.