jueves, 19 de mayo de 2016

El librero Vollard. Pierre Péju


EL LIBRERO VOLLARD
PIERRE PÉJU
TRADUCCIÓN: CRISTINA ZELICH
EDICIONES TÉMPORA
147 PÁGINAS
 
 
SINOPSIS
 
Teresa, una madre sin trabajo, y Eva, su hija, acaban de instalarse en una ciudad de provincias. A la salida del colegio, mientras Eva espera a su madre que llega con retraso, una camioneta la atropella. El conductor, Étienne Vollard, un hombre enorme, grueso, y librero de profesión, carga con un gran sentimiento de culpa que le lleva a mantenerse junto a la niña durante su convalecencia. Allí, junto a su cama, el librero Vollard, una persona que ha encontrado en los libros una manera de cubrir sus necesidades afectivas, recurre a las historias y a las frases que pueblan su cabeza para intentar salvarla.
Estos tres personajes, reunidos por el azar de un accidente, se enfrentan a sus respectivas soledades incapaces de encontrar un lugar desde el que afrontar la vida y salir del silencio que los envuelve y hace transparentes ante los demás.
 
 Editoriales pequeñas intentan dejar su huella con la publicación de obras inéditas en lengua española, o con pequeñas joyas que pasan desapercibidas por las grandes editoriales. No siempre David consigue derrotar a Goliat y las pequeñas editoriales desaparecen al no poder competir con el servicio de distribución y el mercado. Y con su evanescencia se pierden entre montañas de libros de viejo pequeñas joyas como "El librero Vollard". Libro malogradamente olvidado tras la desaparición de la Editorial Témpora y su sello Tropismos. Pero por suerte hay amigas, como Sara, que transmiten su pasión por las buenas historias y sus recomendaciones mantienen encendida la llama para recuperarlas del olvido. Soy una pesada que no para de pedirle recomendaciones, me fío mucho de su criterio y llevo varios libros descubiertos que son grandes obras, además me tiene calada y sabe cuales no me aportaran gran cosa. Los amigos son un tesoro igual que este libro difícil de encontrar, por suerte lo localicé en la biblioteca y no puedo más que recomendarlo.
 
Étienne Vollard es un librero grandullón propietario de la librería El verbo Ser. No le gusta conducir, aunque necesita su vieja camioneta para transportar cajas de libros antiguos y de ocasión. El destino caprichoso une a un conductor tranquilo, en medio del caos de una ciudad lluviosa, con una niña que cruza la calle. Este suceso despierta el miedo, la culpa, el abandono y el silencio a tres protagonistas especiales y solitarios.
 
Eva, la pequeña atropellada, tiene diez años y es hija de Teresa Blanchot. Residen en la ciudad desde hace dos meses y la niña cada día, a la salida del colegio, debe esperar a la madre. Teresa no trabaja y conduce sin rumbo por las calles de la ciudad, viaja en tren o pasea sin cesar. La única ocupación es recoger a la niña y ni eso es importante para ella, es impuntual y no es para ella una preocupación. La niña es un estorbo y quiere que crezca lo más pronto posible para que no dependa de ella. Ni siquiera durante el embarazo sintió que la quería. Teresa huye de sí misma, de la vida, vagabundeando entre la multitud.
 
El accidente trastoca al librero quien se pierde por la montaña nevada culpabilizándose del atropello y de la  posible muerte de la niña. Atormentándose por no evitar el accidente, algo que era imposible. Vollard necesita conocer el estado de la niña y se presenta en el hospital donde encuentra a Teresa en la habitación. Eva está en coma y los médicos les recomiendan hablarle, la madre escueta en palabras y sentimientos lo mejor que sabe hacer es huir y deja la niña con el librero. Vollard recita, a la bella durmiente, cuentos que le vienen a la memoria.
 
Tres personas solitarias entre la multitud, tres personas invisibles para el mundo, tres personas que viven en una oscura burbuja en el lugar equivocado. En la actualidad la vida parece que vuela, perdemos la esencia de la tranquilidad, el observar y disfrutar de las charlas. Corremos de un lugar a otro casi saltando vallas, sin prestar atención a la gente que nos rodea. El triángulo protagonista de esta novela son como tres pececillos abandonados en la gran ciudad dentro de un charco. Intentando sobrevivir a la ignorancia de la gente habituada a ver cualquier cosa, respirando lentamente buscando oxígeno para subsistir y encerrados en un palmo de agua. Esto es la soledad, una prisión y una agonía lenta. Tres personajes perfectamente sacados de los clásicos cuentos infantiles que Vollard evoca y recita. Una princesa o bella durmiente, una vagabunda y un gigante componen la nostalgia de la infancia y del poder de las palabras, el viajar a otros mundos gracias a los libros.
 
Vollard me recuerda muchísimo a la impresionante obra de Stefan Zweig, "Mendel el de los libros". Apasionado de los libros los compra, los lee, los vende y vive con ellos. El Verbo Ser es una librería vieja y oscura repleta de montañas de libros envueltos con la mágica capa de polvo y el olor especial a libro viejo. Libros clasificados en la mente del librero y paredes adornadas con retratos de Dostoievski, Malcolm Lowry, Henry Miller, Georges Bataille, Max Frish, Hemingway, Kafka, Borges, Pessoa, Beckett, Nabokov, Thomas Mann... Con este libro Péju rinde homenaje a los libreros de viejo a la par de criticar la desaparición de estos lugares emblemáticos.
  
"Un lugar que algunos jóvenes del futuro no podrán ni siquiera imaginar porque ya no existirán otros parecidos, porque se habrá perdido esta mezcla de orden minucioso y de leonera, esta mezcla de afecto por los libros y de amontonamiento salvaje. Un comercio a pequeña escala. Tráfico discreto pero esencial. Resistencia a todo lo demás, mediante los textos, la impresión. Depósito anodino pero explosivo. Reservas de bengalas, capaces de iluminar tanto el detalle de una vida, como lienzos enteros de una existencia.  
 
 La lectura es solitaria pero las palabras tienen un gran poder curativo. En otras ocasiones lo que nos hace felices no siempre es lo mejor para la salud, el cuerpo se resiente poco a poco, pero leer o escuchar un texto como terapia siempre será beneficioso. Y esto es lo que quiere expresar el autor con esta emotiva y triste historia, un reconocimiento a los libros en un mundo de contrastes. En la ciudad blanca y fría el calor de los libros es la mejor infusión.
 
El autor juega con el lector narrando en tercera persona y cambiando a la primera para conocer el pasado. Un efecto conmovedor para hurgar en las heridas sin cicatrizar,  la culpa, la nostalgia y los recuerdos. Un texto emotivo e imprescindible que trata la soledad, los traumas infantiles, la falta de unidad familiar y de cariño y la magia de los libros. Es impresionante como una pequeña novelita puede abordar tantos temas y emociones de este calibre. Y escrito con una prosa exquisita, cálida y poética.
 
Una historia impactante que al cerrar el libro sumerge en un gran vacío. Inolvidable Vollard.
 
 
 


14 comentarios:

  1. Preciosa reseña para una novela que no conocía pero que desde luego no me importaría leer. Parece sin duda de esas que calan hondo entre los que amamos los libros (y su poder).
    Besos.

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  2. Preciosa reseña para una novela que no conocía pero que desde luego no me importaría leer. Parece sin duda de esas que calan hondo entre los que amamos los libros (y su poder).
    Besos.

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  3. No me sonaba de nada esta novela. Y me la llevo muy bien apuntada, que me has dejado con muchísimas ganas.
    Besotes!!!

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  4. No conocía la novela y no me importaría leerla, una reseña preciosa Marga.
    Un beso

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  5. Qué reseña más bonita! Me has emocionado. Me la llevo sin dudarlo.
    Besos

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  6. Te ha quedado muy bonita. No lo conocía, y no me importaría leerlo la verdad.
    Un beso ;)

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  7. Menuda reseña, niña. Me lo llevo sin dudarlo, como para resistirse.
    Besos.

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  8. ¡Oh, que reseña tan preciosa! Me ha encantado. No conocía este título pero me gusta mucho lo que nos cuentas de estos tres personajes, de sus soledades, de lo conmovedor de la ternura de su relación inesperada. Y si encima me dices que te recuerda al librero de Mendel... Me lo llevo. Bss

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  9. Me encanta lo que cuentas, lo apunto =)

    Besotes

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  10. Muy buena reseña, no conocía el libro, pero claramente me has convencido
    Besos

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  11. Chica, así no hay quien diga que no. Entre el librero, el tema y el vacíoq ue dices que deja... hay que buscarlo
    Besos y gracias por tu aporte, no lo conocía

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  12. Magnífica reseña. Has sabido involucrarnos en la lectura de esta novela, que se ve muy distinta a lo que estamos acostumbrados a leer. Besos.

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  13. Uff muy fuerte.. Ni idea de este libro guapa. Besos

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  14. Apuntadísimo queda, y qué reseña más estupenda. Se nota lo muchísimo que lo has disfrutado.

    ¡Besote!

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La palabra es el arma de los humanos para aproximarse unos a otros (Ana María Matute).