EL LADRÓN DE VÍRGENES
DAVID DE JUAN MARCOS
HARPERCOLLINS IBÉRICA
198 PÁGINAS
SINOPSIS
"Cómo iba a saber que aquel hombre traía la muerte consigo. Debí darme cuenta por su olor a cebolla rancia. Debí darme cuenta cuando la leche cuajaba a su paso en los cubos de metal. Cuando las palomas morían desplumadas por la tiña, o porque allá por donde pasaba doblaba los racimos y dejaba una pestilencia a plomo de preludios de tormenta de verano".
Después de quince años de misteriosa ausencia, Andrés Pajuelo regresa a su casa para proyectar el robo de una serie de valiosas obras de arte religioso. Para ello necesitará la ayuda de sus dos hijos, del melindroso prometido de su hija y de un enigmático gigante experto en teología y en arte sacro. Cuando todo parece estar listo para ejecutar el último y más lucrativo de los robos, es acusado de varios asesinatos.
El ladrón de vírgenes es una reflexión sobre las mentiras que encierra toda religión y sobre la importancia de la religiosidad en la condición humana. Un análisis sobre los límites de la traición, la lealtad y la fuerza de las promesas. Un certero homenaje a la tradición oral de contar historias.
David de Juan tiene la habilidad de fascinar a los lectores con su prosa. La temática de la novela es lo de menos, leer una historia bien contada y con una gran riqueza gramatical es algo maravilloso. Este don es poco habitual en autores tan jóvenes y la verdad que es un regalo magnífico para los lectores.
El año pasado tuve la suerte de participar en la lectura conjunta de "La mejor de las vidas" y fue una sorpresa muy agradable encontrar una prosa intimista y poética. Con El ladrón de vírgenes encontramos nuevamente una prosa hermosa, aunque menos poética y más reflexiva, con un ambiente rural que contrasta con las ciudades protagonistas de la anterior novela.
La novela comienza con una introducción de infarto en la que conocemos la desaparición de dos gemelas y la ejecución de Andrés Pajuelo por la muerte del padre Honorio. Después da inicio la primera de las tres partes que componen la novela, narradas por Cirilo, el hijo pequeño de Andrés. Cirilo quiero dar voz a lo sucedido y hablar de las actividades de su padre, ese gran traficante de esculturas religiosas.
"A veces, pensé, merece la pena irse del lugar donde uno nace solo por el placer de regresar".
Quince años después de la marcha de Andrés Pajuelo regresa a su aldea con una idea muy clara, robar la talla de la virgen negra de la ermita de su pueblo. Llega acompañado de Julio Ramón Ortega, un gigantón amante del arte, que le sirve de escudo y maestro para reconocer y restaurar las obras sacras. Una vez en el pueblo, Andrés, va en busca de sus dos hijos, Matías y Cirilo que le ayudarán en sus aventuras. También les acompañará Jacinto, el Mulas, el prometido de su hija Valeria, un chico lelo que no gusta nada a Andrés. Así lo mantendrá alejado de ella y ocupado con sus órdenes de saquear iglesias. Su misión es viajar alrededor de su pueblo para robar cuadros, retales y vírgenes para traficar con ellas. Por eso con dos furgonetas, los cinco, recorrerán aldeas y ermitas rurales medio abandonadas para hacerse con sus tesoros.
Hace tiempo un moro le relató a Andrés Pajuelo la importancia de localizar tres vírgenes negras. Un tesoro musulmán que quieren poseer y del que solamente tienen una de las tres piezas. La otra es custodiada por el Padre Honorio en la ermita del pueblo y la tercera es la que deben localizar para reunir todas las piezas de ese avaricioso caudal.
Con la vuelta de su padre, Cirilo descubrirá mentiras y secretos que jamás imaginaba. Su padre no marchó para ir a la guerra sino que estaba preso. Todo ello lo irá conociendo en pequeñas dosis gracias al gigantón, Julio Ramón, apasionado lector y gran narrador de leyendas.
El ladrón de vírgenes es una historia con más ritmo que La mejor de las vidas, es una mezcla de novela negra con toques religiosos y morales. A la vez que es una novela de personajes y tradiciones. David de Juan invita a pensar en las falsedades y mentiras de las religiones, en su poder manipulador y en la avaricia y odio que procesan entre distintas secciones humanitarias. La familia de Andrés Pajuelo es un auténtico misterio, cada personaje esconde secretos y preguntas sin responder al igual que cualquier religión.
El expolio de obras de arte parece que cobra fuerza, hace unas semanas en otra novela estudiamos el robo de esas obras por los nazis. Y ahora nos centramos en las obras religiosas, un tema muy apropiado para estas fiestas de Semana Santa. Es muy cierto que en algunos territorios hay muchas ermitas e iglesias rurales perdidas por el mundo, algunas cerradas por la falta de visitantes y fieles, y hasta hace poco muchas no tenían un inventario de sus pertenencias, lo que facilitaba su robo. No hace mucho en mi pueblo desapareció una estatua religiosa, fue un caso bastante peculiar del que no se sabe muy bien que pasó. Se informó del robo y unos meses después la figura regresó a la iglesia restaurada. Además, se sabe que hay tallas y otros enseres de valor que han desaparecido con el paso del tiempo. Siempre hay quien aprovecha para coleccionar joyas o para vender y sacar una cantidad extra con las pertenencias de otros.
El ladrón de vírgenes es una novela para disfrutar de su prosa. Paseamos por aldeas y nos perdemos por cuevas y pasajes escondidos mientras escuchamos sus leyendas.
Pues la verdad es que no me atraía nada, muy apropiada para esta semana santa, mis lecturas lo estan siendo menos, sin embargo no cierro la puerta del todo, más que nada por lo que dices de la forma de escribir del autor, se echa mucho de menos la riqueza léxica y ese lenguaje bello
ResponderEliminarPese a estar viendo buenas reseñas de esta novela, no termino de animarme con ella. No sé, quizás si se cruza en mi camino...
ResponderEliminarBesotes!!!
Coincido con tus impresiones. Besos
ResponderEliminarMuy de acuerdo con tus impresiones. Leer a David es siempre un placer y está no les es más asequible que la angerior.
ResponderEliminarGracias por participar en la lectura conjunta
Me entró por el ojo desde el primer momento que la vi.
ResponderEliminarNo la conocía y, por lo q cuentas parece interesante.
ResponderEliminarNo termina de llamarme y con tanto pendiente, por ahora lo dejo pasar. Besinos.
ResponderEliminarCoincidimos casi en todo. La prosa, estupenda y su trama es mucho más activa. Los temas que toca y como lo hace, estupendo.
ResponderEliminarBesos
Coincidimos totalmente,un autor que merece nuestra atención.Ultimamente me encuentro a más de un escritor que se empeña en enriquecer su prosa con palabras enrevesadas quedando todo recargado y muy forzado,sin embargo este autor lo hace de manera natural y aunque no es de una lectura ligera el resultado es impresionante.
ResponderEliminarUn beso
Coincidimos totalmente,un autor que merece nuestra atención.Ultimamente me encuentro a más de un escritor que se empeña en enriquecer su prosa con palabras enrevesadas quedando todo recargado y muy forzado,sin embargo este autor lo hace de manera natural y aunque no es de una lectura ligera el resultado es impresionante.
ResponderEliminarUn beso
Pues no me la había tomado muy en serio, la verdad, porque últimamente me llevo unos chascos morrocotudos y no estoy por la labor de creerme todo lo que se dice de determinadas novelas, pero viendo el modo en que la describes, no solo en cuanto fondo, sino a formas, has conseguido hacer que me replantee mis reparos iniciales.
ResponderEliminarUn beso.
Eso de que tenga toques religiosos no me llama mucho. Creo que algunas partes podrían aburrirme un poco... En cualquier caso me alegro de que te haya gustado :)
ResponderEliminarBesos!
Ya tengo el ejemplar conmigo. Espero no tardar en leerla, porque veo que es un autor a tener muy en cuenta. Como bien dices en tu reseña, es de agradecer que un autor nos fascine con su prosa, a parte de que nos cuente una historia atractiva. Besos.
ResponderEliminarCoincidimos. Los disfruté mucho más que el anterior. Por la historia que me ha gustado un montón y como siempre por su magnífico estilo y esa prosa tan bonita.
ResponderEliminarUn beso ;)
Ya he leído varias críticas positivas de esta novela, y no descarto leerla si se cruza en mi camino. Tu reseña anima a ello.
ResponderEliminarBesos.
Por lo que leo tiene todos los elementos que me atraen en una novela, tomo buena nota del título. Besos
ResponderEliminarEn principio no me llama demasiado, pero no la descarto para más adelante :)
ResponderEliminarBesos!
¡Ay! me anoto esta novela para la casilla de ambiente rural. Tu reseña me ha gustado y la tenía vacía. Besos
ResponderEliminar¡Hola!
ResponderEliminarSoy nueva por tu blog^^
Me apetece mucho leer esta novela :)
Besitos
Curiós, al principi pensava que amb "ladrón de vírgenes" se referia a segrestar al·lotes verges...xD Encara que en principi el tema del robatori d'obres d'art és interessant, el llibre no m'acaba de cridar l'atenció.
ResponderEliminarSalutacions,
Laura.
Pese a tu reseña, este en principio no me lo apunto, creo que no es de los míos. Un besote!
ResponderEliminarHe visto varias opiniones buenas, pero no me termina de atraer esta lectura
ResponderEliminarBesos