miércoles, 14 de febrero de 2024

La señorita Else. Arthur Schnitzler

 LA SEÑORITA ELSE

ARTHUR SCHNITZLER

TRADUCCIÓN: CLARA FORMOSA PLANS

EDICIONES INVISIBLES

140 PÁGINAS


SINOPSIS 

Else pasa el verano con su tía en San Martino di Castrozza, una localidad de montaña donde se concentra la flor y nata de la sociedad vienesa. La joven disfruta de las vacaciones despreocupadamente, hasta que recibe una carta de su familia en la que le anuncian un giro dramático de su situación económica. Para intentar salvar a su padre de ir a la cárcel, Else se verá obligada a pedir dinero a un conocido que, precisamente, también está allí de vacaciones. El hombre accede, pero a cambio de una condición...

Si al placer de la lectura le añadimos la buena literatura nos encontramos con los "Pequeños placeres" o "Petits plaers" publicados por Ediciones Invisibles y Viena. Una variada cata literaria de la que es difícil elegir los mejores títulos, todos son delicias que podemos disfrutar en cualquier momento. Lo bueno de las "nouvelles" es el poder leerlas de una sentada, pero ello no significa que por breves sean historias simples. Además, en mi caso, estoy descubriendo un montón de autores y acercándome a clásicos con ilusión, al tener entre las manos estos libros tan bonitos.

Es la primera vez que leo a Schnitzler, más bien desconocía su existencia, y ha sido una lectura interesante. No es fácil que un hombre se meta en la mente de una joven de diecinueve años y escriba una historia tan personal y arriesgada. La obra se publicó en 1924 y fue todo un éxito. En ella vemos claramente las inquietudes y los estudios de Schnitzler en cuanto a la neurología y la psicología. No todo fueron buenas noticias, en el año 1933, dos después de la muerte del autor, la novela fue prohibida a raíz del ascenso del partido nazi y de la aplicación de las leyes contra los judíos.

Else, una joven de diecinueve años, veranea con unos familiares en un selecto hotel cerca de la frontera austroitaliana. Vive despreocupada y con ilusión estos días alejada de sus padres. Los días transcurren entre paseos por la colina, partidos de tenis y comidas con la clase alta de la época. También tiene tiempo para soñar y elucubrar sobre un posible enamoramiento, tal vez casarme en América y disfrutar de una buena posición económica. Hasta que recibe una carta de su madre y la ensoñación se rompe.

En la misiva, la madre, le informa de las dificultades económicas que atraviesa la familia por culpa de las adicciones de su padre. Le insta a hablar con Dorsay, un viejo conocido, que también se hospeda en el hotel, para que envíe el dinero requerido por el fiscal y así evitar el escándalo que puede suponer si el padre entre en prisión.

Else se debate entre cumplir con lo que le piden en casa, u optar por su libertad al no tener nada que ver con los problemas de su padre. El conflicto es tan complicado que le estalla la cabeza de tantas vueltas que da a la petición de la carta. Solicitar 30000 florines no es una tontería y Else sabe que desde hace años el padre es adicto al juego y que no es la primera vez en tener apuros, ni será la última.

Nos encontramos en los años en que la mujer era un objeto al servicio de los hombres. La madre no duda en mandar el encargo a la hija, sabiendo el gran afecto que tiene Dorsday por la joven. Y por otra parte, él quiere su parte por ayudar. Es muy fuerte que una madre venda a su hija de esta manera por salvar el pellejo del marido. 

La novela es un monólogo interior de la protagonista. El lector disfruta de dos vertientes en las que sabe lo que piensa Else y lo que realmente dice. Una gran moralidad que desemboca en un gran final.

La señorita Else es una crítica terrible al egoísmo de la nobleza y la aristocracia, al matrimonio por intereses y al poco valor que se le da a la mujer. Una lectura muy recomendable y dura que no defrauda al lector, aunque se pasa mal con los chantajes y las inquietudes que forman el juego de la narración.

1 comentario:

  1. No me sonaba de nada. Muy interesante. No me importaría leerlo si se cruza.
    Besotes!!!

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La palabra es el arma de los humanos para aproximarse unos a otros (Ana María Matute).