NOVELA DE AJEDREZ
STEFAN ZWEIG
TRADUCCIÓN: MANUEL LOBO
EDITORIAL ACANTILADO
96 PÁGINAS
SINOPSIS
Sin capacidad para cualquier otra actividad intelectual, Mirko Czentovocz se reveló, ya desde niño, como un genio del ajedrez, del que ha llegado a ser campeón del mundo. Pero, en un viaje en barco de Nueva York a Buenos Aires, se le presenta un enigmático contrincante: el señor B., noble vienés que huye de los nazis. Uno de los pasajeros del vapor se acerca a los dos personajes acompañando al lector a la confrontación entre los dos jugadores. Si Novela de ajedrez nos presenta el choque de dos naturalezas antagónicas, nos muestra también, y en buena medida, la capacidad de resistencia del ser humano sometido a una presión extraordinaria. Y todo ello con unas grandes dosis de intriga y maestría.
Zweig impacta con cada uno de sus libros, lástima que la situación política lo quemase tanto hasta el punto de quitarse la vida y privarnos de muchas más historias. Era un maestro del relato corto donde impregnaba los textos con su miedo, dolor, crítica y pasiones. No importa conocer sus libros, cada lectura impresiona más que la anterior. Esto no siempre ocurre y pocos autores consiguen emocionar con textos escritos hace años. Zweig es inmortal y sus novelas, ensayos y biografías también.
El día del Libro se vino a casa esta "Novela de ajedrez". La Biblioteca Can Sales, ese día, organiza una recogida solidaria de alimentos y a cambio puedes elegir un libro. Junto a la compañera bloguera, Ana Belén, colaboramos y recibimos un libro que es algo que siempre nos hace inmensamente felices. Al ver el ejemplar ni lo dudé, una novela que tenía pendiente de mi admirado Zweig. Este escritor es de mis favoritos y por el contrario casi no tengo libros suyos en casa, algo anecdótico y es que la mayoría de sus obras leídas las cogí prestadas de la biblioteca. Ahora esta fantástica novela ya es mía y ocupa un lugar en la estantería junto a "Carta de una desconocida" y una edición antigua de "Momentos estelares de la Humanidad".
En un transatlántico que va de Nueva York a Buenos Aires viaja Mirko Czentovic, el campeón del mundo de ajedrez, después de recorrer todo Estados Unidos en busca de nuevos triunfos en Argentina. Mirko se crió con el párroco del pueblo, desde los doce años cuando su padre murió en alta mar. Fue un niño silencioso y muy apático que obedecía las órdenes con parsimonia y sin dar un paso extra por su cuenta. Para muchos era el gran ejemplo de incultura al no saber escribir una frase sin faltas de ortografía.
Cada noche, Mirko, observaba al cura jugar sus partidas de ajedrez con el brigada y en silencio aprendió a mover las fichas como nadie. Por casualidad descubrieron las dotes del muchacho y de la alucinación lo enviaron a la ciudad para averiguar si tenían un diamante en bruto o era la suerte del principiante. Necesitaron tiempo para enseñarle el funcionamiento de las partidas simultáneas, donde tenía que enfrentarse él solo a varios contrincantes. Czentovic nunca fue capaz de jugar una sola partida de memoria, siempre necesitaba tener al alcance de la mano el tablero blanco y negro con sus sesenta y cuatro escaques y sus treinta y dos piezas. Es por ello que siempre viajaba con un ajedrez de bolsillo para reconstruir en cualquier momento una partida o jugada. A los diecisiete años ya había ganado varios premios y fue solo el inicio de una carrera asombrosa.
Durante la travesía, algunos pasajeros, seducidos por tener al lado al mejor ajedrecista deciden jugar contra él. No le hacen ni sombra, en unas pocas jugadas el maestro se lleva la partida. Hasta que un enigmático Señor B aparece y deja asombrado a todo el mundo con sus dotes.
Un narrador observador, que viaja en el transatlántico, narra el encuentro de Czentovic y el Señor B en alta mar. Se le antoja inverosímil que la vida de una persona gire siempre en torno a un tablero de ajedrez, porque es esencial no limitarse a una sola cosa en la vida. El campeón de ajedrez pasaba de ser un dios de ese juego a ser una persona inculta y grotesca al levantarse de la mesa de juego. Este mundo, para él, solo era una manera fácil y ruin de fama y dinero. Le faltaban dotes, inteligencia y sentido común para ser un auténtico maestro.
El 22 de febrero de 1942 se suicidó Stefan Zweig y Novela de ajedrez es la última novela que escribió y se publicó al año siguiente de su fallecimiento. Con esta novela, el autor austriaco, parece dejar clara la opresión que lo atormentaba y es que el nazismo fue una auténtica tortura para muchos, un quebradero de cabeza psicológico terrible que alejaba de la libertad y encerraba a inocentes. Podemos ver reflejado en el Señor B a Zweig.
El tablero de ajedrez parece insignificante con sus cuadros blancos y negros y es la fiel representación de estar entre rejas. Una esclavitud que al mínimo despiste te despoja de toda pertenencia y pone en pie de guerra la vida con un simple grito de jaque mate.
Todo hobbie puede convertirse en una pesadilla y las adicciones no son buenas aliadas, es como un efecto bipolar que no tiene cura y un simple paso en falso puede arruinar la vida. Porque la existencia es una partida contra uno mismo, hay que tener disposición mental para abordar bien los imprevistos y ganar la batalla. La mente necesita entreno para no desfallecer en las maniobras, y más cuando se trata de luchar contra la soledad y las injusticias.
Novela de ajedrez, por supuesto que habla de ajedrez, pero es mucho más que eso. Que nadie se asuste por desconocer las reglas del juego, a mí tampoco me gusta, y es una de las grandes obras de Zweig y de las más famosas. Y no es para menos con todo lo que encierran unas pocas páginas. El enfrentamiento del bien y el mal representando la libertad y el encarcelamiento. Un ejercicio brutal de como las circunstancias, el juego y la mente pueden convertirnos en prisioneros.
¡Jaque mate!
Zweig impacta con cada uno de sus libros, lástima que la situación política lo quemase tanto hasta el punto de quitarse la vida y privarnos de muchas más historias. Era un maestro del relato corto donde impregnaba los textos con su miedo, dolor, crítica y pasiones. No importa conocer sus libros, cada lectura impresiona más que la anterior. Esto no siempre ocurre y pocos autores consiguen emocionar con textos escritos hace años. Zweig es inmortal y sus novelas, ensayos y biografías también.
El día del Libro se vino a casa esta "Novela de ajedrez". La Biblioteca Can Sales, ese día, organiza una recogida solidaria de alimentos y a cambio puedes elegir un libro. Junto a la compañera bloguera, Ana Belén, colaboramos y recibimos un libro que es algo que siempre nos hace inmensamente felices. Al ver el ejemplar ni lo dudé, una novela que tenía pendiente de mi admirado Zweig. Este escritor es de mis favoritos y por el contrario casi no tengo libros suyos en casa, algo anecdótico y es que la mayoría de sus obras leídas las cogí prestadas de la biblioteca. Ahora esta fantástica novela ya es mía y ocupa un lugar en la estantería junto a "Carta de una desconocida" y una edición antigua de "Momentos estelares de la Humanidad".
En un transatlántico que va de Nueva York a Buenos Aires viaja Mirko Czentovic, el campeón del mundo de ajedrez, después de recorrer todo Estados Unidos en busca de nuevos triunfos en Argentina. Mirko se crió con el párroco del pueblo, desde los doce años cuando su padre murió en alta mar. Fue un niño silencioso y muy apático que obedecía las órdenes con parsimonia y sin dar un paso extra por su cuenta. Para muchos era el gran ejemplo de incultura al no saber escribir una frase sin faltas de ortografía.
Cada noche, Mirko, observaba al cura jugar sus partidas de ajedrez con el brigada y en silencio aprendió a mover las fichas como nadie. Por casualidad descubrieron las dotes del muchacho y de la alucinación lo enviaron a la ciudad para averiguar si tenían un diamante en bruto o era la suerte del principiante. Necesitaron tiempo para enseñarle el funcionamiento de las partidas simultáneas, donde tenía que enfrentarse él solo a varios contrincantes. Czentovic nunca fue capaz de jugar una sola partida de memoria, siempre necesitaba tener al alcance de la mano el tablero blanco y negro con sus sesenta y cuatro escaques y sus treinta y dos piezas. Es por ello que siempre viajaba con un ajedrez de bolsillo para reconstruir en cualquier momento una partida o jugada. A los diecisiete años ya había ganado varios premios y fue solo el inicio de una carrera asombrosa.
Durante la travesía, algunos pasajeros, seducidos por tener al lado al mejor ajedrecista deciden jugar contra él. No le hacen ni sombra, en unas pocas jugadas el maestro se lleva la partida. Hasta que un enigmático Señor B aparece y deja asombrado a todo el mundo con sus dotes.
Un narrador observador, que viaja en el transatlántico, narra el encuentro de Czentovic y el Señor B en alta mar. Se le antoja inverosímil que la vida de una persona gire siempre en torno a un tablero de ajedrez, porque es esencial no limitarse a una sola cosa en la vida. El campeón de ajedrez pasaba de ser un dios de ese juego a ser una persona inculta y grotesca al levantarse de la mesa de juego. Este mundo, para él, solo era una manera fácil y ruin de fama y dinero. Le faltaban dotes, inteligencia y sentido común para ser un auténtico maestro.
El 22 de febrero de 1942 se suicidó Stefan Zweig y Novela de ajedrez es la última novela que escribió y se publicó al año siguiente de su fallecimiento. Con esta novela, el autor austriaco, parece dejar clara la opresión que lo atormentaba y es que el nazismo fue una auténtica tortura para muchos, un quebradero de cabeza psicológico terrible que alejaba de la libertad y encerraba a inocentes. Podemos ver reflejado en el Señor B a Zweig.
El tablero de ajedrez parece insignificante con sus cuadros blancos y negros y es la fiel representación de estar entre rejas. Una esclavitud que al mínimo despiste te despoja de toda pertenencia y pone en pie de guerra la vida con un simple grito de jaque mate.
Todo hobbie puede convertirse en una pesadilla y las adicciones no son buenas aliadas, es como un efecto bipolar que no tiene cura y un simple paso en falso puede arruinar la vida. Porque la existencia es una partida contra uno mismo, hay que tener disposición mental para abordar bien los imprevistos y ganar la batalla. La mente necesita entreno para no desfallecer en las maniobras, y más cuando se trata de luchar contra la soledad y las injusticias.
Novela de ajedrez, por supuesto que habla de ajedrez, pero es mucho más que eso. Que nadie se asuste por desconocer las reglas del juego, a mí tampoco me gusta, y es una de las grandes obras de Zweig y de las más famosas. Y no es para menos con todo lo que encierran unas pocas páginas. El enfrentamiento del bien y el mal representando la libertad y el encarcelamiento. Un ejercicio brutal de como las circunstancias, el juego y la mente pueden convertirnos en prisioneros.
¡Jaque mate!
Holaa
ResponderEliminarLo leí para un curso de Informes de lectura y la verdad es que me encantó.
Muy buena reseña.
Un abrazo
Es un novelón... y en muy poquitas páginas =)
ResponderEliminarLa verdad es que este autor es más que recomendable, todavía no he leído nada suyo que me haya defraudado.
Besotes
He leído un par de novelas del autor y me han gustado. Poco a poco espero ir leyendo más y a esta le llegará el turno
ResponderEliminarSi fuera otro autor diría que no por el tema que hay en el fondo y el contexto pero tratándose de Zweig sé que le va a dar esa vuelta que lo hará diferente y muy interesante. Es de esos autores que no defrauda.
ResponderEliminarBesos
Me gusta mucho Zweig y, aunque tengo esta novela en casa, aún no la he leído.
ResponderEliminarBesos.
Holaaaaa....
ResponderEliminarSí, me acuerdo perfectamente la alegría que te dio encontrarlo y la forma tan eufórica en que lo cogiste... "Es mío, es mío" ... Jajajjaj
He leído unos 3 libros de zweig, los 3 me gustaron pero No ela de ajedrez por ahora es mi preferido... Y es que es verdad el autor es un maestro transmitiendo mucho en historias tan cortas... Para eso hay que tener un don... Y él lo tenía ..
Lo que no sabía era que fue una de las últimas en escribir antes de su muerte y esa analogía que mencionas entre el libro y su obsesión por el nazismo...
Me alegra de que te haya entusiasmado!!! El año que viene a por otro ... Muack
He leído esta y otras novela cortas del autor y me gustaron mucho.
ResponderEliminarUn beso
Hace tiempo leí Mendel el de los libros y me enamoró, desde entonces no he vuelto a leer nada del autor, pero quiero hacerlo
ResponderEliminarBesos
Leí mi primer libro suyo el año pasado pero no lo reseñé y tengo que reconocer que será un autor al que lea muchas más veces.
ResponderEliminarNo he leído todavía nada del autor , me lo llevo apuntado.
ResponderEliminarBesos
Marga, vengo del blog de Rocío (CazaEstrellas) y de leer su reseña sobre "Veinticuatro horas en la vida de una mujer", de Stephan Zweig. Y ahora paso por aquí y me encuentro de nuevo con Zweig ¡Qué placer! ¡Viva Zweig y su comprensión del alma humana! Es que habla del alma humana incluso con la excusa del ajedrez, ya ves. Me encanta la reseña. Un beso.
ResponderEliminarMe gustó mucho,´bueno, todos los que he leído de él me han encantado.
ResponderEliminarBesos
Este no lo he leído, asi que me lo llevo, que poco a poco voy leyendo todas sus novelas. Besinos.
ResponderEliminarLo tengo en casa esperando. Lo compré a principios de verano en un mercadillo; en cuanto lo vi supe que me lo tenía que llevar. Espero no tardar mucho en leerlo y disfrutarlo tanto como tú.
ResponderEliminarBesos
Hola, Marga. No conocía este libro y anotado queda. Gracias por recomendarlo.
ResponderEliminarBesos.
He leído este libro, perdón, esta maravilla de libro, no sé cuántas veces. Lo compré para otra persona, porque iba sobre ajedrez, y él jugaba. Cuando él, que se pegó al libro hasta que lo acabó, lo soltó, lo cogí. Me quedé hipnotizada. Es impresionante la atmósfera que consigue crear Zweig en ese barco. De lo mejor que he leído nunca.
ResponderEliminarUn petonàs, guapíssima.
El título puede confundir, pero el contenido es impresionante. Y es magnífico como te va conduciendo hacia el tema principal.
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantó esta novela. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices en el último párrafo de tu reseña. Besos.
ResponderEliminarLe tengo muchas ganas a este libro.
ResponderEliminarY, por cierto, me alegra verte tan activa en el blog.
Un beso.