LOS PESCADORES
CHIGOZIE OBIOMA
TRADUCCIÓN: DORA SALES SALVADOR
SIRUELA EDICIONES
296 PÁGINAS
Los escritores nigerianos van conquistando el panorama literario. Hace un par de años que Chimamanda Ngozi copa un gran sector con sus novelas feministas, Leila Slimani con sus novelas negras, y también Chigozie Obioma, autor que leo por primera vez. Con esta obra, Los pescadores, que es su primera novela consiguió varios premios literarios. Las narraciones ambientadas en África nos acercan a un mundo bastante desconocido y poco avanzado por falta de medios. En cambio muy rico en culturas, razas y lenguas.
Intento hacer memoria sobre los libros leídos escritos por autores nigerianos y la lista es muy breve. Varios de Chimamanda, solo reseñado Todos deberíamos ser feministas, y uno de Amos Tutuola que escribió El bebedor de vino de palma. Pasando a obras ambientadas en el continente africano sí podría añadir bastantes más. Y todo esto viene al caso que necesitaba una novela ambientada en África o escrita por un autor africano, para completar una casilla de la Yincana Criminal. Buscando libros con estas características me topé con este que hace unos años lo vi por las redes. Y adelanto que es una novela muy dura con conflictos políticos, locos fanáticos de las profecías, peleas y una familia rota. Demasiado dolor para 300 páginas.
Benjamin, el cuarto de seis hermanos, es el encargado de dar voz a su historia familiar. Son igbo y viven en Akure donde van a clases en un colegio occidental. El padre siempre quiso muchos niños y que la enseñanza los llevase a ser grandes personas y grandes profesionales. Todo ello influenciado por el cristianismo.
A mediados de los 90 el padre debe abandonar el hogar familiar para desplazarse a otra ciudad a trabajar. Este es el inicio de una familia que día a día se rompe, igual que cuando cae un jarrón y tenemos mil piezas que nunca podremos juntar nuevamente. Sin la figura paterna, la madre no puede controlar a los cuatro hijos mayores, cuidar de los dos pequeños y atender en su puesto en el mercado.
Los hermanos mayores, a escondidas de la madre, empiezan a frecuentar las visitas al río. Pescar les divierte y ser pescadores les puede ayudar a conseguir alguna moneda, si pescan alguna pieza grande que puedan vender. Ese río es la encarnación del mal, de un lugar peligroso. En una de esas aventuras se cruzan con Abulu, el loco del pueblo, que les dice que el mayor morirá en manos de un hermano. Esas palabras pronunciadas por un personaje solitario y vagabundo podrían ser una broma de mal gusto, pero todos saben que las profecías de ese personaje se cumplen.
Ikenna, el hermano mayor, cambia su carácter después del encuentro con Abulu. Se vuelve solitario y violento con la familia por culpa del miedo. Esta sensación de inquietud fomenta el odio y destroza la vida. Es una novela con mucha carga psicólogica, mucha tradición y muchas creencias. El autor quiere mostrar la parte más cruda de Nigeria y del ser humano, y lo hace conjugando el mito de Caín y Abel.
Obioma nos acerca a las entrañas de una familia nigeriana. Diría que en lugar de atravesar hasta los huesos, lo hace hasta llegar a la espina de los rituales y profecías que marcan un camino agrietado. Para ello utiliza un lenguaje descarnado y fantasioso. En muchos casos acompañado de frases en el dialecto egbo que aportan riqueza. Aunque para mi gusto la utilización de tantas metáforas complica la lectura, incluso haciéndola a ratos algo repetitiva.
Los pescadores es una obra plagada de supersticiones que se unen a la historia de un país. La visión del autor sobre la decadencia de un territorio que vive momentos críticos antes de poder volver a ver un rayo de luz. No es una novela fácil de leer, ni agradable por su crudeza, pero está tan bien escrita y cuenta cosas desconocidas con tanta riqueza cultural que deseamos seguir leyendo.