PEQUEÑAS HISTORIAS DE ELLAS
MAGDALENA ALBERO ANDRÉS
EDITORIAL MALUMA
290 PÁGINAS
SINOPSIS
Atenas, Estambul, Londres, México, Taormina, Toronto...son algunos de los escenarios donde ocurren estas historias. Presentan momentos de cambio, íntimos o públicos, que muestran el acontecer de una vida. Hablan de libertad, de soledad, de nostalgia, de esperanza, de distintas formas de amar, de vida y de muerte. Recogen las voces de madres, de emprendedoras, de mujeres que se arriesgan, que denuncian, que crean, que cambian de país o de modo de vida, que descubren secretos, que sobreviven a la adversidad, que son capaces de imaginar presentes y futuros diferentes. Son las voces de treinta y seis mujeres de distintas edades, que viven en lugares y momentos históricos diversos. Mujeres anónimas en Europa y América han inspirado estos relatos. Dos de ellos recogen la peripecia vital de personajes históricos injustamente olvidados o poco reconocidos.
De Los caminos del mar a Pequeñas historias de ellas, de novela a relatos, de la descripción a la brevedad. Todo ello siempre con las mujeres como protagonistas. Las mujeres, esas grandes olvidadas, que necesitan salir a la luz y gritar que siguen vivas buscando que las escuchen para nunca más seguir en el anonimato. Magdalena Albero tiene muy claro que hay que darles visibilidad y por eso sus personajes más importantes siempre son mujeres.
En su primera novela "Los caminos del mar", ganadora del II Certamen internacional de Novela Histórica Ciudad de Úbeda, acompañamos a Irene por la Antigua Grecia y disfrutamos con las aventuras y su evolución a lo largo de los años. En este libro conocemos a treinta y seis mujeres y sus historias. Dicen que cada persona o mujer es un mundo y es muy cierto, por eso Magdalena nos acerca a un par de ellas pero el abanico de vivencias puede ser extenso. Escuchando y observando la autora encuentra la voz necesaria para escribir sobre mujeres anónimas de América y Europa. Además de regalarnos la semblanza de dos personajes históricos bastante olvidados, en mi caso, todo un descubrimiento porque es la primera vez que escucho hablar de Teodora (emperatriz de Bizancio y esposa del emperador Justiniano) y de la escultora Camille Claudel.
El relato es un género literario al que recurren muchos autores, para dar a conocer personajes y sucesos tanto reales como ficticios de breve extensión, pero parece ser poco del agrado de muchos lectores. Es cierto que a veces queda la sensación de vacío o ganas de conocer más detalles sobre lo que se cuenta. Todo depende del narrador y su punto de vista frente a lo que uno lea y espere de ello. Estas Pequeñas historias de ellas ofrecen cercanía a pesar de transcurrir en diversas ciudades del mundo como Estambul, México, Toronto, Londres, Atenas... Y es que la autora lo cuenta con tanta naturalidad que es como escuchar a alquien narrar su experiencia o un acontecimiento. Son como pequeños relatos orales, algunos casi microrrelatos y otros de unas pocas páginas. Y por supuesto la conclusión de ellos puede ser diversa, a veces demasiado breve, otras con un final semicerrado y otras muchas con la impresión de no faltar detalle. Las descripciones extensas son absurdas si con cuatro pinceladas se ofrecen todos los datos necesarios y el texto transmite las sensaciones buscadas.
¿Qué encontramos en estos relatos? Un ramillete de mujeres con sueños, desesperación, miedo y valentía que con el relato de su vida enseñan y transmiten su particular visión de la realidad. Algunas en primera persona y otras en tercera narran su particular camino emprendedor, la búsqueda de la felicidad, el amor, la amistad, romper las barreras o encontrar su bienestar. Lo que para unas es un lujo para otras puede ser un tormento.
Magdalena Albero escribe sobre mujeres anónimas y para salvarlas de esa situación dota a cada protagonista de nombre. Porque las protagonistas de estos relatos, independientemente de su raza y nacionalidad, son personas como tú y yo. Niñas, adolescentes o señoras que pasan por situaciones reales y emotivas que sorprenden con giros y decisiones. Madres, hijas, abuelas, amigas, hermanas...son féminas muy importantes en todas las familia y cualquier cosa que les ocurra para bien o para mal nos afecta. Escuchar y observar es necesario para evitar que el silencio se interponga en el camino.
No puedo hablar de cada una de las treinta y seis mujeres que aparecen en el libro, pero sí mencionar los relatos que más me gustaron.
* Ilonka y los espejos. Ann Harris evita mirarse en los espejos, no quiere ver esa mujer en la que se convirtió al abandonar su país de origen en busca de un lugar mejor. Las circunstancias hacen que no trate a sus hijos con el cariño que merecen.
* ¿Dónde está Kate? La historia de una madre que abandona a sus gemelas para evitarles el sufrimiento. Un relato muy emotivo y triste.
* Los colores de Cynthia. Los colores son los protagonistas en la vida de esta mujer fotógrafa, a través de ellos descubrimos su estado anímico.
* Paquita y su carta a los Reyes Magos. Los deseos de una señora mayor que ve apagar su vida en soledad y acusando los achaques propios de la tercera edad.
Pequeñas historias de ellas son relatos escritos de forma sencilla que emocionan, sorprenden y entretienen. Una recopilación de vivencias de mujeres que conquistan por su realismo y su cercanía. Una bonita manera de no silenciar los sueños y los miedos dejando que las mujeres hablen libremente.