Los muertos no aceptan preguntas. Antonia Romero

LOS MUERTOS NO ACEPTAN PREGUNTAS

ANTONIA ROMERO

197 PÁGINAS

EDICIÓN KINDLE

 

 

SINOPSIS

 

Nela trabaja como traductora y vive en una pequeña casa en Castelldefels, un pueblo de la costa de Barcelona. Su mirada tiene la niebla de quien ha debido cerrar los ojos para avanzar sin despeñarse por el borde del precipicio. En la buhardilla de su casa esconde un secreto, algo que nadie ha de ver porque allí conjura a sus demonios. De su madre heredó una fotografía arrugada, y de su abuela, Mamanela, el don de hablar con los muertos.

 

Antonia Romero es autora de varias libros y muy conocida y querida dentro de la blogosfera. Desde hace meses tengo en mi lector sus novelas "La tumba compartida" y "Peso cero" que con los temas que tratan seguro que disfrutaré. Finalmente me decidí por su última novela y eso que no las tenía conmigo de si me gustaría, soy una miedica y no sabía si con la parte fantástica y los muertos terminaría por abandonar el barco. Reconozco que esa fobia y respeto por los muertos y espíritus me viene de pequeña, hace años compré "La casa de los espíritus" de Isabel Allende y todavía miro el libro pero no me atrevo a leerlo. Mi hermana, que no puede conocerme mejor, insiste en que puedo leerlo tranquilamente pero la palabrita "espíritus" sigue resistiéndose. Algo así me paso con la novela de Antonia, por un lado me llamaba la atención y por otro tenía miedo de pasarlo mal. No sé si con los años voy perdiendo un poco el miedo a lo desconocido o si la curiosidad ganó la batalla. Lo que de verdad importa es que me encantó la novela.

 

Nela es una joven traductora de manuales técnicos que vive en Castelldefels en una pequeña casa. La mayor parte del tiempo lo pasa en casa de Jaime, un amigo de la infancia, en donde la cuidan como una más de la familia. Nela solamente tiene a su padre con el que no mantiene una buena relación. Es una chica muy solitaria a la que siempre le faltó el cariño de sus padres. Su madre la abandono tempranamente tras el fallecimiento de su hermano, decidió ir tras él y dejarla en manos de su padre, Rodrigo, quién tiene unos modales impropios de un padre.

 

El pasado doloroso y los fantasmas siguen presentes en la vida de Nela a pesar de  mantenerse a flote en la soledad y la rutina. Un día en una exposición de pintura conoce a Nico y un tiempo después recibe una llamada de Marta, la hermana de su madre que vive en Galicia. Su vida da un giro al creer que no existían  familiares, solo su padre. El pasado nos pertenece y no podemos cambiarlo, siempre queremos saber más sobre él y descubrir sobre nuestros orígenes. Nela quiere saber porque su madre la abandonó y nunca la quiso, para ello viaja a conocer a su tía y pasará unos meses en la casa de sus abuelos. Algunas veces cuando las heridas sangran, hurgar en el pasado y descifrar los secretos familiares provocan que no cicatricen, convirtiéndolas en un manantial de dolor. Hay que luchar y cerrar el grifo lo antes posible.

 

Nela también esconde secretos, en la buhardilla de su casa guarda algo valioso que nadie conoce. Y también tiene el don de hablar con los muertos, al fallecer su abuela Mamanela, ésta le habló por primera vez y desde aquí sigue hablando con otras personas. Jaime es la única persona que conoce esta capacidad de Nela.

 

He disfrutado con esta novela contada por un narrador omnisciente, sólo en algunos momentos clave los personajes toman la palabra para hablar de acontecimientos del pasado. Los personajes están muy bien trabajados psicológicamente, profundizando en su alma para conocer de cerca los motivos de sus reacciones. Nela nos sorprende por su cercanía, nos enamora y sorprende con su gran progreso. Otros personajes se quitan la máscara y descubrimos al monstruo que llevan dentro.

 

Antonia escribe una bonita melodía de contrastes. Un arte cómo combina la realidad con la ficción, el pasado con el presente, las risas con el dolor, la cercanía de los protagonistas con la monstruosidad, la calma del Mediterráneo con los peligrosos acantilados de La Costa da Morte. Y fantástico como inicia cada uno de los 22 capítulos de la novela, una cita de películas clásicas abre la narración. Este no es el único guiño a la cultura, hay varios relatos sobre mitología que los conjuga con las vivencias de los personajes. También me encantó encontrar en las primeras páginas el mundo de la pintura, un cuadro es como un libro, puede estar dibujado con maestría y ser precioso pero si le falta el alma pierde todo su encanto, si no transmite vida es un objeto sin valor.

 

Una novela de amor, intriga, crítica social y secretos familiares. En ningún momento pasé miedo ni pensé en abandonar la lectura, todo lo contrario, quería leer más y más. Los muertos  no dan miedo, el terror lo dan los monstruos vivos con su violencia de género y los abusos a menores.

 

Sólo me queda recomendaros esta novela con un final sorprendente. Nela y su historia se quedan conmigo.

 

Laky está de sorteo y podéis conseguir un ejemplar de “Los muertos no aceptan preguntas”. Libros que hay que leer.