TOCAR LOS LIBROS
JESÚS MARCHAMALO
FÓRCOLA EDICIONES
128 PÁGINAS
SINOPSIS
"Nadie toca los libros como Marchamalo", afirma Luis Mateo Díez: hay una melodía interior y secreta que tiene que ver con el tacto y la emoción de algún sentimiento oculto, de esos que no se confiesan, de esos que solo pueden leerse. Tocar los libros, en esta nueva edición ampliada, sigue siendo ese talismán en el que sus lectores se llenan de una suerte de simbólica complacencia.
Francisco de Quevedo parodió la nariz de Luis de Góngora en su famoso soneto A un hombre de gran nariz. Érase un hombre a una nariz pegado, podríamos cambiarlo por Érase un hombre a un libro pegado, porque es muy difícil encontrar a Marchamalo sin un libro en las manos. Los libros son su vida y qué mejor que hablar de ellos y transmitir su pasión a otros lectores.
Tocar los libros nace de la exposición realizada por el autor en una conferencia. Desde entonces el librito lleva varias ediciones publicadas, algunas de ellas descatalogadas y una pequeña joya para sus poseedores. Gracias a Fórcola Ediciones sigue en el mercado y ahora con portada renovada y con una edición ampliada, más bonita y con ilustraciones en blanco y negro y a color.
Este libro no es una novela, y más que un ensayo son anécdotas personales, curiosidades de escritores e inquietudes de lectores que el autor desea compartir. Un viaje para sentirnos identificados con el poder colonizador de los libros, estanterías abarrotadas y libros que se amontonan por cualquier rincón de la casa. Los lectores somos acaparadores, el ansia por poseer más y más libros corre por la sangre. Y el problema llega cuando el espacio escasea y no pueden entrar más libros en casa. ¿A quién no le cuesta desprenderse de los libros? Somos egoístas por naturaleza, hay libros que no leeremos en la vida ni son de nuestro interés, pero no somos capaces de despojarnos de ellos para disfrute de otros. Solo pensar en desprendernos de ellos provoca un vacío difícil de explicar.
Los lectores también somos cotillas, nos encanta ver que leen otros lectores. Y al entrar en casa de amigos sin darnos cuenta nos encontramos delante de la biblioteca husmeando los ejemplares. Hay libros que solo adornan la estantería, otros que sería delito no tener (El Quijote, El Principito...), los leídos, los de temática inexplicable... Entre ellos siempre encontramos alguno extravagante, la joya librera que tiene un valor incalculable para nosotros. Bien puede ser un regalo, una edición antigua, un libro firmado, etc. Muchas veces el valor sentimental es mayor que el precio real.
Los libros tienen personalidad, la de sus lectores. La huella que dejamos en ellos puede llegar lejos a través de páginas dobladas, escritos, ex-libris, dedicatorias, marcapáginas improvisados. A Marchamalo le encanta visitar librerías de viejo, nada entre libros como un buzo en el mar en busca del tesoro. Siempre aparece alguna rareza o libro firmado, y es que las dedicatorias hablan más de lo que creemos. Bien lo sabe él y por eso cuida al máximo a sus lectores. En sus firmas y presentaciones comparte risas, cereza, chapas y la belleza de verlo acuarela en mano marcar esta joya.
Cada escritor o lector ordena los libros a su antojo, ya sea por orden cronológico, por editorial, por fecha de publicación, etc. Aunque siempre encontramos bibliotecas más caóticas, la mía por ejemplo, sin ton ni son, en la que a veces necesito horas para localizar un libro concreto. En este librito hay fotos de escritores delante de su biblioteca particular, imagen de Luis García Montero, Bernardo Atxaga, Javier Marías entre ellos. Pero si alguien tiene curiosidad por las bibliotecas de escritores, hoy sale a la venta "Los reinos de papel", también de Jesús Marchamalo.
Los lectores son un mundo. Cada uno con sus manías, sus gustos, sus colecciones y sus rincones de lectura. La literatura es una pasión que invade la mente, nos invita a viajar y es un aprendizaje constante. A los amantes de los libros no hay nada que nos guste más que hablar de ellos, recibirlos, coleccionarlos, leerlos, comprarlos, regalarlos, contarlos, hojearlos, tocarlos...
Tocar los libros es un libro cargado de sentimentalismo que nos envuelve en la musicalidad de las palabras escritas. Una tesoro para leer y releer, un compañero de batallas librescas.
Me parece muy interesante y omo yo también soy un poco cotilla me lo apunto :) Besos.
ResponderEliminarNo lo conocía pero lo voy a apuntar; me gusta lo que cuentas.
ResponderEliminarUn beso
Pues no lo conocía y me parece un libro curioso.
ResponderEliminarUn beso
Me gustó porque soy lectora recalcitrante y estaba condenada a disfrutarlo pero... eché en falta una mirada cultural y libresca más amplia, menos castiza, no sé cómo expresarlo. Hace poco leí "Bibliotecas llenas de fantasmas" de Jacques Bonet, y lo disfruté mucho más porque no se limitaba a autores de una tendencia política o filosofía, sino que abarcaba más, era más plural. Bss
ResponderEliminarEste libro lo tengo apuntado desde hace... demasiado tiempo, creo recordar que lo descubrí en el blog de Carmen y amigos.
ResponderEliminarCon tu entrada me lo has vuelto a traer a la memoria, y voy a ver si lo compro.
Un abrazo
No lo conocía. Y me resulta tentador este libro. Me lo apunto.
ResponderEliminarBesotes!!
No me veo con este libro.
ResponderEliminarLa verdad es que original es pero no lo veo para mi. Qué dedicatoria más chula con colorines y todo!
ResponderEliminarBesos
Me encantan este tipo de libros, porque son más profundos de lo que parecen. Ya me has liado... me toca buscarlo. Un beso.
ResponderEliminarMarchamalo fantástico. ¡Qué maravilla el libro de papel y una inmensa biblioteca.
ResponderEliminarOhhh qué bonito título... La verdad es que sí parece que hay evocación por los libros entre sus páginas. No me importaría leerlo. Besos
ResponderEliminarHoy me descubres este título, le echaré un vistazo
ResponderEliminarBesos
¡Qué libro tan curioso! NO sé si sería de mi estilo pero me he identifcado con cosas como lo de ser cotilla y querer saber qué leen los demás jajaja
ResponderEliminarBesos